Propongo que cada cristiano conservador de Estados Unidos se compre un bate de béisbol, espere el parto de un bebé no deseado y, en cuanto salga del útero, le reviente la cabeza. Obviamente, si es de la Asociación Nacional del Rifle puede hacerlo con una escopeta comprada en el supermercado, claro.
¿Por qué digo esta salvajada? Pues porque en ese acto se resumirían algunas de las ideas estrella de los conservadores: No al aborto, mano dura contra la delincuencia y bajada de impuestos.
Dejémonos de hipocresías. De un solo golpe conseguirían sus tres objetivos:
1. Salvar un feto (y así Dios se pone contentísimo)
2. Acabar con un delincuente (siguiendo la ley del castillo americana, que defiende el uso de armas para protegerse de "los malos")
3. Bajar los impuestos al haber menos niños pobres exigiendo ayudas.
¿Verdad que es una buena idea? A ver, lo desarrollo un poco más por si algunos quieren tomar nota. Por ahora es una hipótesis literaria, pero en un par de años quién sabe:
Primer punto. Según los conservadores cristianos las mujeres no deben abortar. No importa si se te rompió el condón o fuiste violada: Abortar KK. En el primer caso fuiste una descocada y mereces tu castigo. En el segundo caso, pues Dios quiso que te violaran por alguna razón que el ser humano no puede entender pero debe respetar porque Dios escribe recto con renglones torcidos. Resumiendo, sea castigo por tener sexo fuera del matrimonio o regalito de Dios en forma de agresor en portal -por cierto, dos ideas contrapuestas (castigo-regalo) sin mucho sentido al juntarlas pues nos da un Dios muy random- debes tener el niño porque los fetos son seres humanos y no debemos matarlos.
Segundo punto. Los niños pobres no son tan seres humanos como los fetos y a lo mejor no podemos matarlos... ¡Pero sí podemos dejar que mueran! El caso es que los pobres han nacido en familias sin recursos probablemente porque sus padres no quieren trabajar. Son hijos de vagos y delincuentes y se convertirán en lo mismo: en vagos y delincuentes. No son gente de bien, de esa que se ha ganado con meritocracia sus rentas y sus colegios de pago y sus enchufes en empresas. ¿Por qué dar ayudas sociales a estos niños si no las merecen y se las gastarán en drogas o en algo peor? Debemos bajar los impuestos y cada uno que se apañe con lo suyo. Los fetos merecen el amor de Dios y de sus acólitos. Una vez nacidos, si no tienen seguro médico en Estados Unidos, pueden morir en la puerta de un hospital porque eso de la sanidad pública es cosa de jipis.
Tercer punto. Obviamente, los hijos de los ricos abortarán clandestinamente, como siempre ha pasado. Las leyes son solo para los pobres.
Cuarto punto. Gracias a leyes antiaborto, la delincuencia aumentará. Cuenta el ensayo Freakonomics que la delincuencia bajó en Nueva York a finales de los años 80 debido a una política de planificación familiar. Los barrios marginales recibieron charlas y anticonceptivos consiguiendo que las familias con menos recursos tuviesen menos hijos. De esta forma disminuyó el número de niños en riesgo de exclusión social, cuyo futuro, en un país liberal donde apenas hay ayudas sociales y la educación pública es penosa, es en muchas ocasiones la delincuencia.
Quinto punto. Nacerán más niños en barrios marginales y condiciones precarias. Los ricos tendrán que esconderse en búnkeres (de oro pero búnkeres) como ocurre en los países con mayor desigualdad social. El futuro estará lleno de barrios amurallados con vigilancia policial, cristales tintados en los coches y calles peligrosas para caminar. Porque eso es exactamente lo que pasa en los países donde los pobres son muy pobres y los ricos muy ricos. Miedo y tensión social.
Conclusión. Así que solo hay una solución que mataría tres pájaros (y un bebé, pero de "los malos") de un tiro: acabar con los futuros delincuentes en el momento en el que nazcan.
-Salvamos la vida de un feto.
-Acabamos con un futuro delincuente para que no tenga que hacerlo la policía o el crack en un par de años.
-Bajamos los impuestos pues habrá menos hijos de vagos y maleantes pidiendo sus ayudas sociales a las personas decentes que se han ganado su piscina.
Señores políticos conservadores españoles, denme una asesoría en su gobierno. Prometo darles más ideas para americanizar España.