MADRID (EP). La actividad de la zona euro se ha deteriorado durante el mes de agosto al ritmo más rápido desde noviembre de 2020 tras quedarse en 46,7 puntos frente a los 48,6 de julio, según informa el índice de gestores de compra (PMI) compilado por S&P Global.
El documento apunta a que la contracción fue simultánea, por primera vez en este año, tanto en el sector manufacturero como en el de servicios. Este último área ha puesto fin a un periodo de siete meses de crecimiento tras anotarse su mayor retroceso desde febrero de 2021 y obtener una lectura de 47,9 puntos, tres puntos menos que en julio.
Además, los nuevos pedidos también cayeron al ritmo más fuerte desde finales de 2020, lo que llevó a las empresas a completar los trabajos pendientes con una rapidez no vista en más de tres años.
Como resultado, explica el informe, las perspectivas para los próximos doce meses fueron unas de las más débiles en 2023 hasta la fecha, con el crecimiento del empleo casi estancado. En este sentido, el mercado laboral privado aumentó a la menor velocidad en la actual secuencia de 33 meses de crecimiento.
Por otro lado, los últimos datos de los precios también fueron "motivos de preocupación", ya que la inflación de los precios de los insumos se aceleró en agosto por primera vez desde septiembre de 2022. El aumento de los precios medios cobrados por los productos y servicios fue el más lento en dos años y medio, pero siguió siendo más fuerte que la tendencia a largo plazo.
Analizado por países, Alemania (44,6) y Francia (46) registraron las caídas más pronunciadas de la actividad total, mientras que en Italia (48,2) y España (48,6) se observaron declives más modestos. Por el contrario, Irlanda (52,6) contrarrestó la tendencia general con un aumento de la actividad.
"La economía de la zona euro no cayó en recesión en la primera parte del año, pero en la segunda mitad presentará un desafío mayor. El sector servicios, que fue el elemento estabilizador, se ha convertido en un lastre para la economía, mientras que es muy probable que el sector manufacturero aún no haya tocado fondo", señala Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank.