MURCIA. El índice Nasdaq de la bolsa tecnológica americana es el que más está sufriendo en este 2022, algo contradictorio si nos ponemos a pensar que el mundo en la última década ha iniciado definitivamente su transformación digital. Ésta será, probablemente, la primera de muchas otras que están por venir. Por ello, sorprende que, las cotizadas tecnológicas en su conjunto, lo estén haciendo todavía peor que los valores tradicionales.
Se puede entender que, tras la caída de las restricciones por la pandemia, el auge por las tecnológicas haya cedido algo. Pensemos que la libre circulación de personas, la cancelación de prohibiciones o la vuelta a reuniones físicas se ha traducido en una reducción del número de compras de productos y/o servicios digitales por internet. Además, está el castigo por los temores de inflación, la recesión y los conflictos bélicos. Y sí a esto le añadimos el hecho de que los líderes tecnológicos de la última década, las empresas de semiconductores, no pasan precisamente por su mejor momento como consecuencia de las tensiones comerciales existentes entre China y Estados Unidos. Ya que desde la era Trump existe mucho interés en repatriar la producción de Asia hacia Estados Unidos. Esta particular guerra fría entre los dos gigantes mundiales conduce a una total desconfianza por parte de inversores.
Tampoco las recientes tensiones por Taiwán han ayudado. En este sentido, recordemos que la visita de este verano de la líder estadounidense Nancy Pelosi desafió los reclamos de Pekín sobre Taiwán. Así pues, desde entonces China ha realizó simulacros militares como una demostración de fuerza con la intención de castigar a la isla. Y como publicó The Times: "Xi Jinping, el líder más poderoso que ha tenido China en varias generaciones, ha dejado más claro que cualquiera de sus predecesores que considera la unificación de Taiwán con China como un objetivo principal de su gobierno".
Recordemos que el boom de los últimos años llevó a una consolidación de márgenes elevados y a una menor actividad puramente cíclica de las tecnológicas, lo que es un indicador de que las valoraciones bursátiles podrían encontrarse por encima de la media histórica. Aparte, asistimos a un incremento de la demanda por mercancía electrónica durante la covid que, en el corto-medio plazo, probablemente no se repita, porque aquel 'superciclo' exigió a las empresas invertir en capacidad productiva. Sin embargo, en estos momentos podría empezar a estar sobrando por la falta de demanda. En este sentido, existe cierto escepticismo hacia las empresas tecnológicas más favorecidas durante estos últimos años.
A pesar de ello, y como en toda caída bursátil, la situación actual también trae oportunidades para el sector. Lo cierto es que aproximadamente un 40% de los valores del índice bursátil Nasdaq están cotizando un 50% por debajo de su nivel máximo de los últimos 12 meses. No obstante, los inversores empiezan a poner el ojo en las empresas del ocio digital. Existe un gran número de sociedades que podrían postularse como nuevo caballo de batalla del sector. El crecimiento potencial de estas cotizadas se detecta principalmente por los aspectos demográficos y por la amplia oferta de productos, aunque muchos ni siquiera todavía han visto la luz pero que se están ya cocinando.
Las grandes favorecidas son en especial las empresas creadoras de videojuegos y de ocio virtual. ¿Quién no ha oído del creciente interés del mundo del deporte por los e-sports o el fenómeno del videojuego llamado Grand Theft Auto entre los más jóvenes? Luego está Meta con su insistencia por querer acercarnos al mundo de las realidades virtuales. La media de edad de los consumidores de estos servicios se sitúa en los 33 años, lo que demuestra que son temas que todavía tienen amplio margen de recorrido para seguir marcando tendencia, o al menos para la próxima década. Sin embargo, si analizamos las cotizaciones actuales, uno diría que este potencial crecimiento se ha consumido y pertenece al pasado, cuando es justo al revés.
Cabe decir también que el mayor potencial crecimiento probablemente se sitúe en las empresas con un pipeline de una amplia gama de juegos de nivel superior y con elevado presupuesto. Luego también las que irrumpen con fuerza son las que operan en sector de juegos para teléfono móvil. Y por último y, pero no por ello con menor potencial, las cotizadas que ofrecen software empresarial. Tomen nota y no se dejen llevar por las caídas del sector y pongan su mirada en el ocio digital que se postula como el potencial favorito en bolsa tecnológica.
Christian Dürr es socio-director de ETICA Patrimonios EAF