Objetivo contenedor marrón: las plazas de abastos se ponen las pilas para dar otra vida a la basura orgánica  

MURCIA. El Ayuntamiento de Murcia pone en marcha la campaña 'Los mercados necesitan más' para potenciar el uso del contenedor marrón de recogida de residuos orgánicos, entre los comerciantes de las plazas de abastos del municipio.

A partir de este martes, las biopatrullas (agentes medioambientales encargadas de formar e informar sobre el proyecto europeo 'Valuewaste' de economía circular) del Servicio de Limpieza Viaria y Recogida de Residuos visitarán las instalaciones de Verónicas, Vistabella, El Carmen, Cabezo de Torres, Espinardo, La Alberca, Saavedra Fajardo y San Andrés, acompañados por los inspectores municipales del Servicio de Mercados, con el fin de informar sobre qué residuos son orgánicos, animar a separar en el propio puesto para depositarlo después en los contendores marrones y entregar delantales de la campaña a aquellos comerciantes que participen en la iniciativa. 

Desde el pasado mes de abril, las plazas de abastos, a excepción de la de Saavedra Fajardo, donde comenzará esta misma semana, cuentan con contenedor marrón. En total se recogen diariamente 200 kilogramos de residuo orgánico en los mercados y el objetivo es octuplicar esta cifra llegando al objetivo de los 1.600 kilos al día.

En febrero, mes en el que se dispusieron los contenedores marrones en La Flota, la media diaria de kilos de residuos orgánicos recogidos era de 745, cifra que se ha incrementado en la actualidad a una tonelada al día. Entre un 5% y un 10 % del material no es residuo orgánico. La producción de residuo en La Flota supone un 80%, mientras que el de las plazas de abastos es del 20%.

La concejala de Movilidad Sostenible y Juventud, Rebeca Pérez, ha explicado que "aunque las cifras son buenas, debemos seguir trabajando y concienciando para cumplir con los objetivos que marca Europa en pro de la Economía circular. Ponemos en marcha esta campaña destinada exclusivamente a las plazas de abastos convencidos de que el medioambiente nos preocupa y que está en nuestras manos frenar el cambio climático, con una acción tan sencilla como clasificar mejor los residuos que todos los días producimos”.

Un proyecto con financiación europea y de Economía Circular

El proyecto Valuewaste está financiado por Horizonte 2020, el programa líder de investigación de la Comisión Europea, y alineado con uno de los objetivos principales del Green Deal o Pacto Verde Europeo, dentro el Plan de Acción de Economía Circular que se encuentra actualmente desarrollando el Ayuntamiento de Murcia y que supondrá la transición hacia un modelo económico más sostenible y responsable.

En este sentido, la concejala de Agenda Urbana y Gobierno Abierto, Mercedes Bernabé, responsable del Servicio de Programas Europeos, ha recordado que “en Murcia tenemos en marcha cerca de una treintena de iniciativas que incorporan la economía circular en ámbitos como la movilidad, el clima, el agua, gestión de residuos, Smart City o la Huerta. Los contenedores se extenderán progresivamente al resto de barrios y pedanías, contribuyendo así a un mejor aprovechamiento de nuestros recursos. Esta actuación está alineada con el objetivo estratégico número cuatro sobre gestión sostenible de los recursos y economía circular de la Agenda Urbana Española”.

Juan Fernando Hernández, concejal de Comercio, Mercados y Vía Pública, ha indicado que “las plazas de abastos mostramos nuestro apoyo a este proyecto para convertir residuos orgánicos en recursos económicos estratégicos, participando activamente en la campaña. Nos parece una nueva oportunidad para poner en valor el compromiso tanto de los comerciantes como de los empleados municipales en este tipo de iniciativas que buscan mejorar nuestros sistemas de reciclaje urbanos."

60.000 kilogramos de harina de proteína de alto valor biológico

El proyecto ValueWaste impulsado por la Unión Europea eligió a la ciudad de Murcia para implantar de forma pionera un programa comunitario para convertir los residuos orgánicos urbanos en recursos económicos estratégicos.

El Servicio de Limpieza y Recogida de Residuos del Ayuntamiento, mediante la empresa adjudicataria Cespa Servicios Urbanos, junto a otros 16  socios de 6 países distintos involucrados en el proyecto, trabajan juntos en desarrollar un innovador concepto de reutilización de residuos orgánicos. El Ayuntamiento de Murcia y el Ayuntamiento de Kalundborg (Dinamarca) fueron elegidos para realizar las pruebas piloto. El objetivo general del proyecto es desarrollar un sistema de valorización de residuos orgánicos urbanos, demostrando su viabilidad técnica y económica.

Con este proyecto, que se desarrollará en cuatro años, se pretende, además de concienciar a los murcianos sobre la necesidad de reciclar residuos orgánicos, producir más de 60.000 kilogramos de harina de proteína de alto valor biológico, revalorizar 1.800 toneladas de residuos sólidos urbanos al año y reducir la emisión de los gases de efecto invernadero (a través de la revalorización y producción de biogás), en 540 toneladas de CO2 al año.

29 contenedores marrones en La Flota

El pasado mes de febrero, en las calles de La Flota se instalaron los primeros contenedores marrones, 29 en total, para los desechos orgánicos. Este barrio fue elegido para comenzar con las pruebas de separación por sus altos índices de participación en la recogida selectiva.

Dichos recipientes, con capacidad para 2.200 litros y tapa marrón, se colocaron distribuidos por toda la zona, completando el sistema de recogida selectiva.

Lo que va y no va al contenedor marrón

Se consideran residuos orgánicos restos de fruta y verdura, restos de comida cocinada, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, posos de café e infusiones o tapones de corcho, cerillas y serrín.

No se consideran residuos orgánicos los restos de barrer, pelo, colillas, chicles, aceite de cocina, pañales y productos de higiene personal, arena de mascotas, polvo…

Este nuevo contenedor de tapa marrón completa el sistema de reciclaje de Murcia que ya cuenta con un contenedor amarillo para envases ligeros de plástico, metal y bricks; un contenedor azul para papel y cartón; el iglú verde para el vidrio y los ecopuntos limpios para aceites, bombillas, tubos fluorescentes, pilas y baterías, botes vacíos de barniz o pintura, pequeña chatarra electrónica, radiografías, ropa y juguetes, etc.