MURCIA. El planeta necesita pequeños gestos con un gran calado para conservar lo que queda y mejorar su delicada situación. Para lograr esta altruista misión, dos emprendedoras de Murcia, Arantxa Murillo y Melissa Torres, decidieron administrar un grupo, en la red social Facebook, que se llama ‘No lo tiro, lo regalo… Murcia’ y que busca dar una segunda, tercera y todas las oportunidades que hagan falta a distintos objetos, piezas y personas, sí, personas. No sólo desde la práctica de una de los principios de la economía circular, sino también desde la solidaridad.
Estas emprendedoras consiguen implicar a miles de personas en pro de un bien común. Tal como dijo un autor anónimo: "La solidaridad no es dar caridad, sino preocuparse por intereses comunes, para que nadie se quede atrás". Hay quien decide desechar las cosas que uno no ya utiliza y las dona; otros, en cambio, solicitan ayuda, mientras que algunos puede que les interese algún producto en específico. Por ejemplo, una consola, explica Melissa a Murcia Plaza: "Un chico encuentra una caja con juegos de la Play Station, pero no tiene la consola. Puede hacer la solicitud u optar a ella si alguien la publica". Y entre las más de ocho mil personas que lo conforman, un solidario usuario que ya no usa su Play y se lo entrega.
Esta historia de solidaridad se remonta años atrás, en 2013, cuando Arantxa llega a la Región desde Madrid. Madre de tres niños (dos de ellos muy pequeños), quiere continuar con la idea que había iniciado en la capital española e ingresa en el grupo 'No lo tiro, lo regalo… Murcia'. Al mismo tiempo, Melissa, una murciana dedicada al voluntariado, también decide formar parte del grupo por ayudar y colaborar con la sociedad. "Aquello que ya no utilizaba, lo donaba, o bien, si necesitaba algo, hacía la petición y si alguien lo tenía, se lo hacía llegar", cuenta Melissa.
Pero aquel grupo al que ingresaron entonces no tenía nada que ver con lo que hoy es. "Era un espacio disperso y sin normas". Por eso, Arantxa contacta con la administradora y mientras conversan, empiezan a enderezar el camino entre su experiencia y lo que había en Murcia. Fue en 2014 cuando Melissa y Arantxa se conocen, al darse cuenta de que son usuarias del mismo servicio. Empiezan a hablar y coinciden en que el grupo necesitaba mejorar. Fue así cómo, formando un equipo, las dos logran establecer las normas de funcionamiento y convivencia, así como lo que se espera del mismo, y lo convierten en lo que es hoy: un punto de encuentro entre la solidaridad y la práctica de una economía circular con base ciudadana.
La participación está reglada, hay que aceptar un pliego de condiciones para mantener un correcto funcionamiento del mismo. Arantxa y Melissa, después de casi 10 años al frente de la administración de este colectivo, conocen la dinámica y cómo mantenerlo, no sólo en actividad, sino que las donaciones se realicen de la mejor manera posible, con las mismas oportunidades para todos, convirtiéndolo en un medio justo y equitativo.
Para participar sólo es necesario tener claro si tiene algo que donar o si hay alguna necesidad, se puede realizar la solicitud. El grupo se mueve rápido, evidenciando un altruismo encomiable, y ya ha alzando los más 8.100 seguidores. Es una generosa acción que mueve participantes en toda la Región, desde sus cuatro puntos cardinales, entre los que se encuentran: Cartagena, Murcia, La Manga, Lorca, Las Torres de Cotilla y San Javier.
La actividad no para y estas chicas no dejan de estar al tanto de lo que se sucede cada día. Desde ropa para bebé y niños, juguetes y electrodomésticos hasta productos de aseo, accesorios para el verano, consolas y videojuegos sueltos. Hay espacio para otras causas como la recogida de tapones, alimentos u otros enseres que no cuentan con donación habitual. Todas estas acciones para que nadie se quede por fuera. Y también es una segunda oportunidad para las personas que brindan sus servicios en pro del bienestar de otra, como es el caso de una masajista que ofrece un masaje en el grupo
Para que esto funcione es necesario el orden y compromiso. Tanto para recibir como para donar, la participación es necesaria. Para ser parte de una donación, debes haber donado una vez cada cuatro meses como mínimo. De esta forma se garantiza la circulación y el dinamismo del proyecto.
"Nos ha pasado de todo", sentencia Melissa, pero de ahí sólo han salido cosas buenas. El aprendizaje que esto aporta les permite mantenerse en pie y hacer del grupo lo que soñaban. "Involucrar a la mayor cantidad de personas. Esto va más allá de la necesidad individual: es alzar la voz por el planeta. Y si con ello nos ayudamos, un punto más de satisfacción".
La economía circular es un conjunto de acciones que permite la utilización de los recursos más allá de su primer fin, es decir, se cuenta con todos los materiales que conforman un objeto, bien en su conjunto o por partes, por ejemplo: descartar un electrodoméstico porque tiene una pieza rota, bien podría sustituirse la pieza o utilizar el resto para reparar otros. Pasa lo mismo con la ropa, hay personas que de las camisetas hacen mantas; otras que con los botones de las camisas deterioradas montan juguetes de estimulación sensorial y para el trabajo como costureros. Las opciones están ahí, sólo hace falta ejecutarlas y que mejor forma que desde la base de la sociedad, el ciudadano.