MURCIA. Considerado como el 'diamante negro' de la gastronomía, el cultivo de la trufa negra se ha convertido en una alternativa para el desarrollo y la diversificación de actividades económicas en aquellas zonas despobladas que reúnan las condiciones para producir este cotizado hongo subterráneo, que puede crecer hasta medio metro bajo tierra y para cuya colecta se requiere de animales 'truferos' entrenados para descubrirlos. Así lo ha entendido la Consejería de Agricultura, que apuesta por la producción de una trufa murciana en el Altiplano y Noroeste de la Región.
"Los buenos resultados del cultivo experimental de trufa negra ofrecen nuevas posibilidades de desarrollo a zonas despobladas de la Región de Murcia", ha destacado el consejero Antonio Luengo durante su visita al Centro de Demostración Agraria Las Nogueras de Arriba, situado en la pedanía de Los Prados de Caravaca de la Cruz, donde se llevan a cabo tareas de recolección de trufa negra con perro adiestrado, que se prolongarán hasta mediados de marzo.
Luengo, que estuvo acompañado del alcalde del municipio, José Francisco García, resaltó tras conocer los trabajos desarrollados en la parcela experimental, y en los que se ha duplicado la recolección por hectárea, al pasar de 10 a 20 kilos, que "se trata de una alternativa productiva para cultivos secos de las zonas altas, pobres y calizas de las comarcas del Altiplano y Noroeste a las que se adaptan bien las encinas y quejigos micorrizados, que son el verdadero cultivo". En este sentido, apuntó que "el cultivo de la trufa negra está indicado para estas zonas, donde puede adaptarse bien y establecer sinergias con el agroturismo, que es otro aspecto a potenciar".
Destacó, asimismo, que el objetivo es "llevar la transferencia tecnológica a las zonas que más lo necesitan, por el hecho de estar alejadas, tener menos alternativas agrarias y menores márgenes de cultivo por su extrema climatología, y sufrir además un acusado despoblamiento". Añadió que "se pretende ofrecer opciones económicamente viables y que permitan diversificar los cultivos tradicionales, cuya rentabilidad es escasa".
El consejero remarcó la necesidad de "revertir la tendencia del despoblamiento de las zonas rurales de montaña en general, ya que supone el abandono de la actividad agraria y ganadera tradicional, poniendo en riesgo el patrimonio natural que han sabido preservar sus habitantes". "Tenemos en España ejemplos como el de la provincia de Teruel, muestra de la potencialidad de este cultivo forestal y la posibilidad del desarrollo y la diversificación de actividades económicas en torno a él, ya sea de forma directa (micoturismo, agroturismo en general, gastronomía y restauración) como indirecta (supermercados, tiendas, turismo deportivo, entre otros), además de los ingresos directos derivados de la productividad del cultivo", añadió Luengo.
La recolección de trufa negra en la parcela experimental del Centro de Demostración Agraria Las Nogueras de Arriba se inició en la campaña 2018-2019, tras su plantación en febrero de 2014. A la de 2019-2020 se la consideró ya una campaña normal, extendida desde el 15 de diciembre hasta el 15 de marzo, y en la que se llevaron a cabo once recolecciones de trufa negra, todas con resultado positivo, separadas entre sí una media de nueve días, lo que permite vislumbrar el potencial de este cultivo como alternativa productiva para zonas altas de la Región de Murcia que tengan características similares, y con escasos requerimientos de agua.
Los mencionados proyectos se enmarcan en el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 de la Región de Murcia, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Comunidad de Murcia.