El Ayuntamiento resucita la 'biopatrulla' que tiene como objetivo incentivar el uso del quinto contenedor
MURCIA. Los residuos orgánicos que cada día tiramos a la basura pueden tener una nueva vida. Y es que son fuente de materias primas con un alto valor para ser utilizadas como proteínas alimenticias u otros nutrientes. Y aunque en muchos países europeos ya es habitual que se recojan en contenedores especiales y se reconviertan, en el municipio de Murcia el uso del contenedor marrón para este tipo de residuos está dando ahora sus primeros pasos.
Tras instalarse los primeros en el barrio de La Flota a finales de febrero de este año, la irrupción como una ola del coronavirus en España y el estado de alarma que se ha dictado, aún vigente, para frenar la epidemia hizo que el proyecto tuviese un importante parón.
Y es que los informadores de las conocidas como biopatrullas (agentes medioambientales encargadas de formar e informar sobre el proyecto europeo 'Valuewaste' de economía circular) que ya habían empezado a concienciar a la población sobre la importancia del reaprovechamiento de los desechos orgánicos tuvieron que frenar en seco su labor. Hasta el pasado jueves, que retomaron su actividad tanto en La Flota como en los mercados de abastos y hostelería, los grandes generadores de residuos orgánicos y objetivo futuro de esta campaña.
El objetivo que se ha marcado el Ayuntamiento es recoger y trasladar el contenido de estos contenedores marrones al Centro de Tratamiento de Cañada Hermosa en cuyas instalaciones sucede el proceso para cerrar el círculo y recuperar las proteínas y otros nutrientes que, convenientemente tratados allí puedan formar parte de nuevo de alimentos para personas y animales o fertilizantes y nutrientes agrícolas. Este proceso de digestión anaerobia, se lleva a cabo en una planta piloto de cría de mosca soldado negra, que produce larvas secas, transformados en harina con un alto contenido de proteínas.
Murcia fue la ciudad elegida por la Unión Europa para implantar de forma pionera el proyecto ValueWaste, un programa comunitario para convertir los residuos orgánicos urbanos en recursos económicos estratégicos. "Este proyecto cuenta con 17 socios de 6 nacionalidades distintas, entre los que destaca el Ayuntamiento de Murcia y el Ayuntamiento de Kalundborg (Dinamarca), municipios en los que se están realizando las pruebas piloto", informan fuentes municipales.
Este importante proyecto del Ayuntamiento de Murcia cuenta con el apoyo de Ferrovial Servicios para la implementación de la buena práctica en el ámbito local, y además, está coordinado por el Centro Tecnológico del Medio Ambiente de la Región de Murcia (Cetenma).
La concejala de de Movilidad sostenible y Juventud, Rebeca Pérez, remarca que "el contenedor marrón ha venido para quedarse. Es un paso más y muy importante, para situar a Murcia a la cabeza de la revolución verde en Europa, cambiando el modelo de reciclaje y liderando una de las apuestas más ambiciosas de la UE en materia de medio ambiente".
Se consideran residuos orgánicos restos de fruta y verdura, restos de comida cocinada, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, posos de café e infusiones o tapones de corcho, cerillas y serrín.
Se puede depositar en el contenedor marrón restos de fruta, verdura, carne y pescado, cáscaras de huevo, frutos secos y marisco, restos de infusiones y posos del café, , cerillas y tapones de corcho y serrín, así como otros restos de comida cocinada y de jardinería (plantas, hojarasca, ramos de flores...).
No se puede depositar residuos de barrer, colillas, chicles, aceite de cocina, pañales y productos de higiene personal, arena de mascotas, objetos de cerámica...