CARTAGENA. El retraso en la construcción de la serie S80 ha puesto en jaque la industria armamentística española. Hace tan solo unas semanas, la propia Ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su visita a Cartagena y más concretamente a las instalaciones de la empresa pública española daba un nuevo toque de atención a Navantia por un nuevo tropiezo en los plazos de entrega de los tres sumergibles en construcción, el S82 (Narciso Monturiol), el S83 (Cosme García) y el S84 (Mateo García de los Reyes). El S-82, el Francisco Monturiol, debería ser entregado a la Armada en diciembre de 2024, pero desde Navantia ya han explicado que esto no se producirá probablemente hasta el segundo semestre de 2025, por lo que no es descartable que el resto de la serie, prevista su entrega para octubre de 2025 y febrero de 2028, en el caso del S-83 y S-84, suceda los mismo.
Este revés puede suponer a la empresa española generar dudas entre aquellos clientes potenciales que a día de hoy sopesan las posibilidades de que la tecnología española construya sus proyectos armamentísticos en sus respectivos países.
Por otro lado, se encuentran aquellas compañías que están apostando fuerte por el negocio y que se convierten en la competencia directa de la empresa española. Este mismo año conocíamos la alianza entre Suecia y Países Bajos para buscarse una buena posición en este mercado mundial de submarinos convencionales. Los astilleros Saab (Suecia) y Damen (Países Bajos) acordaron exportar sus Expeditionary C-71. Se trata del modelo que han desarrollado para competir en el programa neerlandés de sustitución de los viejos submarinos Walrus. Actualmente, cuatro países operan submarinos y tecnología submarina diseñada por Saab: Suecia, Australia, Japón y Singapur.
Por su parte, desde Alemania puja fuerte ThyssenKrupp, especialmente en el programa P75 de la India. La empresa germana es la principal alternativa que baraja Nueva Delhi para adquirir seis submarinos. La firma ofrece a la Marina India su modelo Tipo 214, embarcación que, al igual que el S-80, está equipado con un sistema de propulsión independiente de aire (AIP) que le permite permanecer sumergido durante un tiempo prolongado.
Por último, Corea del Sur podría ser el principal competidor en las licitaciones que se llevarán a cabo en Filipinas, país que planea sumar entre dos y tres submarinos a su flota, y en Polonia, que reactivó su proyecto Orka tras un parón de cinco años, con la intención de adquirir hasta tres unidades sumergibles. La empresa surcoreana Hanwha Ocean ha ofrecido su submarino KSS-III tanto a estos países como a Canadá. Este buque, que ya está en servicio en la Marina de Corea del Sur, cuenta con una eslora de 89 metros (superior a la del S-80) y un desplazamiento de 3.600 toneladas. Además, su sistema AIP, que emplea una batería de iones, ostenta actualmente el récord de inmersión más prolongado para un submarino convencional: más de tres semanas.
Por su parte, Navantia trata de hacer su trabajo sin mirar al la competencia y por sus instalaciones de Cartagena han pasado la Armada India, Canadá, Turquía, Filipinas, Egipto y Polonia. Hay un amplio abanico de posibilidades para la exportación detrás de la entrega de estos submarinos, pero ¿llega a tiempo Navantia para competir al máximo nivel? ¿puede generar dudas sus retrasos en el programa?
Estos son algunos de las opciones que tiene en el periscopio la empresa pública española para dar ese salto en el diseño y la construcción de sumergibles en sus 135 años de historia.
Tras un parón de cinco años, Polonia reactivó su plan de adquisición de submarinos conocido como proyecto Orka. Este programa busca incorporar tres nuevos submarinos, y Navantia, con su modelo S-80, es una de las principales aspirantes. El pasado mes de mayo presentaba ante un centenar de empresas polacas el programa y la transferencia tecnológica en una jornada industrial.
Navantia también se encuentra el concurso del programa de submarinos de Filipinas, que busca adquirir entre dos y tres unidades. En este caso, la oferta española compite con el submarino Scorpene del grupo francés Naval Group y con modelos de Corea del Sur. Como valor añadido, la propuesta de Navantia incluye un completo programa de formación, apoyado por la experiencia del Navantia Training Center (NTC) en San Fernando, Cádiz, que ya ha sido clave en la capacitación de tripulaciones saudíes para las corbetas.
Uno de los proyectos más avanzados en los que participa Navantia es el programa P75I de submarinos para la India. En este concurso, la empresa española, junto con su socio local Larsen & Toubro, se posicionó entre los favoritos, compitiendo directamente con la alemana TKMS y su submarino Tipo 214. Este programa contempla la adquisición de seis submarinos que, de ser adjudicados a Navantia, se construirán en territorio indio, basándose en el diseño del submarino S-80. No obstante, hay algunas informaciones que indican la Armada se ha inclinado por adjudicar el contrato a la alemana Thyssenkrupp, según ha publicado la prensa local citando fuentes del Ministerio de Defensa.
Canadá
En Canadá, Navantia fue una de las seis empresas seleccionadas para participar en la solicitud de información (RFI) de un programa de adquisición de entre seis y doce submarinos, aunque aún no se ha determinado la cantidad exacta. Este programa contempla la compra de submarinos ya existentes, a los que se realizarían ligeras modificaciones.
Finalmente, Turquía también ha mostrado interés en los submarinos de Navantia. En un discurso reciente durante el centenario de la República, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció la intención de su país de cerrar acuerdos con España para un segundo buque inspirado en el LHD Juan Carlos I, tras el éxito del TCG Anadolu. Además, Erdogan mencionó la posibilidad de colaborar en un futuro programa de submarinos basados en el S-80, lo que impulsa las expectativas de Navantia en este mercado.