MURCIA. Quítate el velo. Con este título metafórico ha bautizado el joven pintor ciezano Antonio José Villa Vázquez su primera exposición individual, que se puede contemplar hasta el 16 de noviembre en el Museo Siyâsa de su localidad natal. Porque el velo es en esta muestra una alegoría de sus propios miedos -indica el artista-, "un elemento que distorsiona la realidad y que al ser tan fino a veces pasa desapercibido, pero que si se aprieta demasiado puede llegar a ahogar".
Quítate los miedos es por lo tanto el mensaje de esta exposición y lo que ha hecho el propio artista a través del arte, de las nueve pinturas y una escultura realizadas durante los últimos cuatro años. Sirven para ilustrar el camino de autoconocimiento emprendido por su creador, que parte de la aceptación personal para pasar por la catarsis y finalizar en la superación.
Para ello, Villa Vázquez fusiona en su obra el desnudo y la iconografía religiosa cristiana, ámbito artístico habitual en su producción (fue el autor del último cartel de la Semana Santa de Murcia), trasladando el arte sacro al espectro profano; no falta, por ejemplo, el pan de oro de las coronas que santifican a unos personajes que hablan de él mismo, aunque solo uno de ellos sea un autorretrato propiamente dicho. Además, el desnudo representa el primer paso hacia la superación y la redención, al quitarse todas las defensas, reconocer que existe el miedo y mostrarlo sin tapujos.
Asimismo, los personajes están planteados como imágenes de santos, en posturas que recuerdan a distintas iconografías, sobre todo marianas. Todas las imágenes aparecen nimbadas con una aureola, la cual comienza siendo muy difusa y se va aclarando y definiendo conforme van desapareciendo los miedos, resaltando así la oscuridad y la anulación de la luz interior del protagonista por los miedos y la liberación que supone la superación del mismo.
De esta forma, el espectador podrá contemplar sus propios miedos en los del artista, que no son otros que la soledad (una virgen), el amor (Daphne y Cupido), el peso del mundo (iconografía clásica del titán Atlas) y la muerte (un Cristo yacente). La superación está representada por la resurrección, un autorretrato del propio autor, que simboliza el encuentro final con su verdadero yo, y que mira al espectador, en un gesto liberador y de confianza (mientras que el resto de personaje se muestran cabizbajos), dispuesto a enfrentarse al mundo con la fortaleza que da el haberse liberado de todos los velos.
Los materiales utilizados por Antonio José Villa Vázquez tienen también un significado especial, ya que ha pintado sus miedos sobre un soporte endeble como es el cartón, mientras que ha elegido el lienzo para la catarsis y, finalmente, la consistencia de la madera para la superación. Respecto a la técnica, apunta que tiene un claro referente clásico, habiendo querido dotar a sus retratos de tonalidades naturales de un destello azul que solo se percibe cuando uno se acerca a la obra.
La muestra se completa con la escultura Peso del velo, un busto realizado en alabastro, donde esa capa que cubre la falta de aceptación cobra su auténtico peso, generando diferentes sensaciones.
"Lo que más me ha gustado escuchar sobre esta exposición es que he sido muy valiente", señala el artista, quien se vio arropado por un gran número de vecinos el día de la inauguración.
