MURCIA. La política nacional se cuela en la agenda murciana. Tanto el PP como Vox han reiterado su oposición frontal contra una posible medida de gracia hacia los responsables del procés. El propio presidente murciano ha enarbolado la bandera murciana contra la amnistía. Fernando López Miras no sólo ha participado en las dos grandes manifestaciones convocadas en Madrid y Barcelona, sino que además ha aprovechado su presencia en los plenos regionales para escenificar su rechazo. Así lo plasmó el pasado miércoles en la sesión de control de la Asamblea Regional, donde anunció, a preguntas de su propio portavoz del PP, que plantará cara incluso en los tribunales si finalmente la amnistía se aprobara. "La recurriremos al minuto después de ser acordada", recalcaba.
Y no sólo en el Parlamento regional. El máximo mandatario acudirá el próximo jueves al Senado para defender su postura. En realidad, todos los presidentes autonómicos están citados en la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara Alta, cuyo tema planteado es el 'Debate sobre la aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles, y de solidaridad entre las comunidades autónomas'. El lorquino ha confirmado que asistirá y centrará su intervención en rechazar una posible amnistía. Los presidentes socialistas, por el contrario, no acudirán.
En la Región, la oposición le recriminó que usara este tema en el Parlamento autonómico. "Le van a dar el carné de patriota", decía sarcástica la portavoz del Grupo Mixto y diputada de Podemos, María Marín, quien también ironizaba sobre su lucha "como un jabato para que no se rompa España". López Miras arguyó que una hipotética amnistía implica que "los ciudadanos de la Región de Murcia no sean tratados en igualdad al resto de españoles". Niega además que con la amnistía se esté buscando la convivencia y la concordia en Cataluña, como así argumentan desde la izquierda, sino que se muestra convencido de únicamente "santificaría la voracidad sin límites del independentismo".
La amnistía y la autodeterminación son dos barreras rojas de Junts y ERC, los dos partidos con los que el PSOE quiere negociar para lograr la investidura de Sánchez toda vez que recibió el encargo del rey tras el fracaso de Alberto Núñez Feijóo, que no reunió los apoyos necesarios. El PSOE siempre se ha opuesto a conceder una amnistía hasta las elecciones del 23 de julio. Desde entonces los socialistas han modulado su discurso, si bien no han expresado que la apoyarían pero sí han reconocido que "superaría las consecuencias judiciales" del procés, pues "hacer política implica generosidad", como así señaló el propio Pedro Sánchez.
Ante estas negociaciones, el Gobierno regional, según López Miras, "no se va a quedar quieto": "Vamos a defender donde sea necesario que los ciudadanos de la Región de Murcia sean tratados en igualdad al resto de españoles", esgrimió mientras subrayaba que usará "todos los recursos jurídicos y políticos "a su alcance para impedir "ese trato de favor" porque "el privilegio de unos pocos no puede ser el castigo para la mayoría". El barón del PP comienza así la legislatura demostrando que la cohabitación entre Madrid y Murcia no dará ni una tregua. También censuró en sus redes sociales el encuentro de Pedro Sánchez con Mertxe Aizpurua, la portavoz de Bildu en el Congreso. "España no se merece esto", lamentaba. Porque, tal y como expresó en la Asamblea, da por hecho que Sánchez logrará los apoyos y será presidente. "Y si eso sucede, todos seremos víctimas".