La playa del Lastre de Portmán repleta de pescadores.Los pescadores y los comerciantes lamentan que el mercado 'negro' se ha inundado de ejemplares, lo que ha provocado que haya "precios de derribo"
MURCIA. Ya empieza a ser una imagen habitual que centenares de pescadores aficionados llenen la costa murciana desde Portmán a La Manga cada vez que se rompe alguna jaula de cría de lubinas y doradas. Desde el domingo y durante toda esta semana se está repitiendo por la rotura de cuatro de las que hay diseminadas entre El Gorguel y San Pedro del Pinatar.
La consecuencia de que unos 350.000 ejemplares se vean libres en cada jaula hace que los peces, acostumbrados a la alimentación diaria mediante pienso durante su engorde, sean capturas fáciles para estos pescadores de caña, pero el mercado profesional se resiente. Tanto profesionales de las cofradías de San Pedro del Pinatar y Cartagena, como comerciantes de las plazas de Cartagena y la zona del Mar Menor, las más afectadas, lo han explicado a Murcia Plaza.
"Solemos vender los ejemplares de lubina entre 4 y 9 euros dependiendo del calibre que tengan y cuando el 'mercado negro' está saturado por estas roturas de las jaulas los precios caen a la mitad. Lo mismo pasa con las doradas, cuyo precio baja mucho", destaca la empleada de un establecimiento de la Plaza de Santa Florentina de Cartagena, que añade que "al haber pescado de calidad a precios bajos también notamos que no vendemos otras especies".
En este 'efecto arrastre' coincide Javier López, empleado de una pescadería en Murcia, que además añade que "es un peligro para la salud comprar el pescado a gente que lo ofrece sin garantías ni controles de calidad", ya que "no se sabe desde cuando está fuera del agua y si ha tenido una cadena de frío adecuada".
Los pescadores de las cofradías de San Pedro y Cartagena hablan de "precios de derribo" y recuerdan que "a este desastre se suman los peces muertos que aparecieron en Lo Pagán y que el Mar Menor continúa herido".
