La casa de La Alberca que fue liberada: un solo tabique para dialogar en blanco, microcemento y madera
La casa de La Alberca que fue liberada: un solo tabique para dialogar en blanco, microcemento y madera
MURCIA. Imaginen. Una casa en Isla Plana frente al mar, con grandes ventanales para abrirse a la zona de la terraza y de una piscina infinity; así como para integrar las increíbles vistas y la luz mediterránea a la vivienda, que se ha planteado como si se tratara de un 'jenga', ese juego en el que unos elementos de madera se apoyan sobre otros en equilibrio. Esta 'Casa que mira al mar' todavía no está construida, aunque "está cada vez más cerca de hacerse realidad", según señalan desde el estudio de arquitectura de Murcia UNO100.
Que no esté construida no significa que no se pueda contemplar, con gran realismo, cómo será esta casa -"imagina, nosotros diseñamos" es el lema de este estudio- gracias a la metodología BIM (Building Information Modeling), que centraliza toda la información del proyecto en un modelo 3D inteligente, permitiendo visualizar la edificación, analizarla y controlar todos los aspectos de la misma.
Así, en este proyecto confluyen conceptos de presente y futuro, aunando el trabajo en 3D, el sello de eficiencia Passivhaus y el uso de la madera laminada y contralaminada como sistema constructivo principal, confluyendo todo ello en diseño, control y sostenibilidad.
Recuerdan desde UNO100 que Passivhaus es el estándar de eficiencia energética más exigente e implantado a nivel internacional, que garantiza una edificación de consumo casi nulo. En cuanto a la madera contralaminada (CLT) destacan que se trata de un sistema de paneles de madera pre-industrializados considerado el 'hormigón del futuro', con muy buenas prestaciones a todos los niveles: resistencia, rapidez de montaje, baja conductividad, hermeticidad, regulación de la humedad y sostenibilidad, entre otros.
Partiendo de estas premisas, 'Casa que mira al mar' se ha diseñado contemplando grandes ventanales al mar Mediterráneo. Para ello, la vivienda se eleva sobre un basamento de hormigón, que recoge el sótano, las terrazas y la piscina.
Explican desde el estudio que la casa se distribuye mediante muros paralelos de CLT, que se desdoblan con almacenamiento a ambas caras, cerrándose al norte con otros muros de CLT que los arriostran y abriéndose al sur, a la terraza, la piscina infinity y las vistas al mar, a la luz, mediante grandes ventanales entre muros.
Sobre este volumen compacto de CLT apoyan largas vigas de madera laminada que se proyectan 3,30 metros hacia la terraza sur, potenciando la sensación de equilibrio y conformando pérgolas, que protegen los grandes ventanales de la radiación directa del sol en verano. Añaden que al norte, entre las vigas, se abren también ventanas altas que mejoran la iluminación difusa, amplían la sensación espacial y favorecen la ventilación nocturna.
Asimismo, para justificar el cumplimiento de los restrictivos requisitos de Passivhaus el estudio ha realizado un análisis exhaustivo del proyecto mediante la herramientas de simulación energética y se han optimizado todos los puntos críticos, manteniendo los grandes ventanales, premisa del proyecto, debidamente protegidos.
"La eficiencia se plantea a veces como una cuestión de fe (cuando no de marketing) pero, al contrario, es algo medible. También lo es la reducción en la demanda de climatización y, por tanto, el ahorro económico que implica, además del confort que supone", señalan los profesionales de UNO100.
La casa de La Alberca que fue liberada: un solo tabique para dialogar en blanco, microcemento y madera