La procesión de Los Salzillos emociona a Murcia en Viernes Santo (Fotografías: Juanchi López)
La procesión de Los Salzillos emociona a Murcia en Viernes Santo (Fotografías: Juanchi López)
La procesión de Los Salzillos emociona a Murcia en Viernes Santo (Fotografías: Juanchi López)
MURCIA. A las seis de la madrugada, al alba de Murcia, las puertas del templo Nuestro Padre Jesús se abrieron en su día más deseado. Después de tres años de larga espera, meteorología y pandemia mediante, la cofradía de los 'moraos' al fin podía procesionar por las calles de Murcia para exhibir la belleza de sus tronos del ilustre imaginero murciano Francisco Salzillo.
Dos horas después, a las ocho de la mañana, la gran procesión de la Semana Santa de Murcia, reconocida mundialmente por sus obras de arte de infinito valor, tomaba las calles de la capital del Segura, con miles de nazarenos morados escoltando los nueve pasos de la cofradía (todos ellos cincelados por Salzillo, con la excepción del trono titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno, una obra anónima).
Desde la iglesia privativa de Jesús, los cofrades y los estantes se adentraron por San Agustín y García Alix, llegando a lugares tan simbólicos de Murcia como la Glorieta de España, la plaza Cardenal Belluga, la calle Trapería, así como las icónicas Santo Domingo, Julián Romea y Acisclo Díaz, entre otras vías, hasta retomar en el punto de partida, el templo de Jesús.
El buen tiempo respetó el sagrado Viernes Santo, que ya impidió que saliera la procesión en 2019, justo el último año antes de la llegada del coronavirus. Esta vez no hubo virus ni inclemencia meteorológica que detuviera la procesión. Murcia, al fin, pudo volver a sentir una de las mañanas más mágicas y hermosas del año.