MURCIA (EFE). En La cantera, el primer disco de Guitarricadelafuente, que actuará en el Teatro Romea de Murcia el 2 de junio, el calor mediterráneo de su Benicàssim natal, sus raíces aragonesas y ecos del otro lado del Atlántico se fusionan como si fuese un continuo natural en su vida, aunque según confiesa este joven artista español, nunca ha puesto un pie en Latinoamérica.
"Tengo mucha inquietud por ir a conocerlo. Saco muchas referencias de allí, porque siempre he admirado su folclore, su imaginario, sus historias y colores. Sé que me voy a sentir como en casa cuando vaya", afirma en una charla con Efe, a solo dos días de hacer su primera incursión en Miami (EE.UU.) con un sueño en la cabeza por cumplir algún día: "Tocar en Cuba sería increíble".
Para aquel muchacho que se quedaba prendido viendo en vídeo a bandas de La Habana rondar a mujeres bajo los acordes de Lágrimas negras, otro sueño se está cumpliendo ahora: publicar este viernes su debut discográfico tres años y medio después (casi cuatro) de darse a conocer con temas colgados en internet y cantados con un micrófono de consola.
Su título, La cantera (Sony Music), es "una indisimulada referencia a la pujanza de la juventud, una especie de esperanza que reta a las irresponsabilidades del universo adulto", según señalaba la nota de prensa, pero también "un guiño a su infancia" en las calles de su pueblo, Cuevas de Cañart (Teruel), cuando la gente mayor se cruzaba con los más jóvenes y decían: "Ahí viene la cantera".
"He sido muy pesado con el álbum", reconoce su autor, nacido Álvaro Lafuente (1997), después de haber anunciado varias veces su lanzamiento para 2020. El parón de la pandemia se interpuso en sus planes, alega, pero también su ambición por aprovechar el tiempo y hacer aún más canciones.
Ya entonces había escogido trabajar como productor con Raúl Fernández, alias Refree, al que admiraba por su labor previa en discos que contemporaneizaban músicas tradicionales, como Granada (2014) con Silvia Pérez Cruz o Los ángeles (2017), con Rosalía.
"La idea era que fuese un disco a partir de guitarra y voz, muy basado en la música tradicional, pero en el mismo proceso de buscar caminos, eso se fue desvaneciendo para convertirse en otra cosa, más producido, aunque compartiendo muchas cosas con el motor original", explica quien tomara su nombre de la guitarra aragonesa.
Minimalista aún así en su resultado, con predominio de lo acústico, el disco tiene el espíritu evocador e intemporal de las canciones antiguas que han trascendido los años, pero incorpora detalles electrónicos y giros que sitúan su creación en el siglo XXI.
"Contar historias como si vinieran del pasado me sale de forma natural", afirma este autor y compositor que basa su manera de escribir "en transmitir imágenes más por las palabras y no tanto por historias, imágenes que te transporten a un lugar que recuerdas con cariño o en el que te sientes seguro".
Placard, vidalita... Términos más propios de Latinoamérica se entremezclan en su vocabulario lírico con referencias al Ebro y, en el tema La filipina, hasta con un fragmento de la célebre jota dedicada a la Virgen del Pilar de Zaragoza, "la que no quiere ser francesa".
"Para mí hay mucha relación entre el Mediterráneo donde nací, entre mi pueblo en Aragón y entre Latinoamérica, como si fuesen un continuo en el que los tres se nutren constantemente. Supongo que si partes de una guitarra o un instrumento tradicional es más fácil viajar entre géneros y sitios geográficos", analiza este admirador de Bon Iver y Manu Chao.
No duda al preguntársele cómo se define: "Yo me siento cantautor", dice, puede que no con la acepción más antigua, la que identifica ese término con artistas "muy acústicos" como Joaquín Sabina o Bob Dylan, pero sí con que ha evolucionado a partir de "muchos jóvenes que a día de hoy escriben sus canciones y las producen a partir de bases contemporáneas".
Las tres patas que definen sus coordenadas musicales quedan reflejadas en los tres sencillos lanzados. Así, Vidalita del mar es un corte de guitarra y voz más basado en lo tradicional; Mil y una noches, el que abre el disco, representa el camino que se terminó tomando, y Quién encendió la luz, el más reciente y el más festivo, la influencia latinoamericana.
En pocas semanas, y con formato de quinteto, arrancará la gira de presentación de La cantera. Será el 27 de mayo en el Teatro Laboral de Gijón, tras el que llegarán paradas en Alicante (Spring Festival, 28 de mayo), Murcia (Teatro Romea, 2 de junio) y Zaragoza (Auditorio, 11 de junio), la que más ilusión le hace junto con la del 15 de julio en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB).
