MURCIA. A Santiago Navarro la pandemia de la covid-19 le ha golpeado de lleno. Perdió a su cuñado al principio de la primera ola y él mismo se contagió. Estuvo 15 días ingresado y su situación era tan grave que a punto estuvo de ser trasladado a la UCI. Pero una conversación con la doctora que lo atendía impidió que lo sacaran de la planta y, a partir de ahí, fue poco a poco mejorando. "Tuve la certeza de que si me metían en la UCI, no saldría de allí", admite recordando aquella situación.
Al frente de Comisiones Obreras en la Región de Murcia, Navarro subraya que la pandemia no solo tiene dramáticas consecuencias sanitarias. También ha puesto a los trabajadores en situaciones muy difíciles de gestionar y ha fomentado los abusos dentro de las empresas. De hecho, señala que el número de afiliados, que asciende a la friolera de 26.000 personas en la Región, ha aumentado desde que el virus apareció. "La pandemia no puede servir para no atender la mejora de las condiciones laborales ni aumentar la precariedad", subraya.
-Los datos del paro de septiembre arrojan una cifra de 681 parados menos en la Región. ¿Es el principio de la recuperación o un espejismo?
-Confiemos en que pueda ser el principio de una recuperación. Es un dato que nos anima un poco pero hay que comprobar si los meses próximos se consolida. Han bajado las altas en las Seguridad Social, por lo tanto no es algo uniforme.
-Los datos reflejan mucha temporalidad, en concreto un 90% de los nuevos contratos son temporales.
-Nos preocupa y llevamos mucho tiempo con entre un 8% de contratación indefinida y el resto temporal, lo que indica una altísima temporalidad y mucha precariedad consolidada en el empleo. La Región está, además, siete u ocho puntos respecto la resto de España. No son datos que nos puedan alegrar. No vamos por el buen camino para conseguir empleo de calidad.
-¿A qué lo atribuyen?
-Pues hoy precisamente nos hemos reunido en la Comisión de Vigilancia de la Estrategia por el Empleo de Calidad. Desde la Consejería de Empleo nos dicen que esos datos están influenciados por la pandemia. Pero no es así. La precariedad venía de antes. Llevamos años así. Es la tónica normal. Se acentúa seguramente porque en el sector agrario los empresarios se niegan a tener contratos estables y duraderos, y contratan a través de ETT.
-Usted ha denunciado en numerosas ocasiones que se abusa de las contrataciones a través de ETT.
-Nosotros no estamos en contra de las ETT. Tienen su papel, que es responder a las necesidades que las empresas tienen de forma ocasional, pero se están usando mal. No se puede utilizar para puestos estables y constantes. La contratación a través de ETT están por encima del 50% en todos los sectores en esta Región pero en el sector agrícola llega al 80%. No tiene ningún sentido y ninguna justificación.
"El Gobierno regional también debe establecer mecanismos normativos y crear una cultura de la igualdad en las empresas"
-Tampoco la brecha de genero se reduce. El 80% de los que han abandonado las listas del paro son hombres y además, sufren menos desempleo.
-Esa discriminación existe claramente. Las mujeres tienen más contratos temporales y de menor duración, con menor salario y más precario. La conciliación de la vida laboral y familiar sigue recayendo en ellas mayoritariamente y acaban teniendo menos ingresos y más problemas laborales. La brecha sigue existiendo y se debe solucionar a través de la negociación colectiva con medidas de discriminación positiva para fomentar la igualdad. El Gobierno regional también debe establecer mecanismos normativos y crear una cultura de la igualdad en las empresas. Hay infinidad de medidas correctoras que se pueden poner en marcha. La aparición de algunos partidos políticos con mensajes machistas y xenófobos tampoco no ayuda. Eso hay que eliminarlo.
-¿Cómo está afectando la pandemia a los trabajadores?
-La pandemia ha afectado mucho. Lo primero, hay miedo a poder el puesto de trabajo si das positivo o debes guardar cuarentena. La mayoría de empresas están actuando de forma correcta pero en algunos casos hay situaciones muy difíciles, con amenazas incluidas. A la hora de trabajar, las condiciones son más duras, con las mascarillas. Y a raíz de la pandemia tampoco es fácil mejorar las condiciones laborales y económicas. Las negociaciones colectivas están paralizadas y eso es perder calidad en el empleo. La pandemia no puede servir para no atender la mejora de las condiciones laborales ni aumentar la precariedad en la Región.
"Hay que volver a ocuparse de que los trabajadores sigan mejorando sus condiciones laborales"
-¿Ha aumentado la precariedad a raíz?
-Pues a pesar de que la misma administración no nos ha dado los datos del último trimestre, nos han reconocido que dentro de esa Estrategia por el Empleo de Calidad algunos de los objetivos no se están cumpliendo, más bien están retrocediendo. Eso no debería ser así. No solo nos podemos preocupar de la pandemia. Hay que volver a ocuparse de que los trabajadores sigan mejorando sus condiciones laborales. Los empresarios no pueden dejar su responsabilidad a un lado.
-Las empresas, ¿están actuando de forma responsable con la pandemia?
-En general sí, pero hay bastantes empresas que no están protegiendo a sus trabajadores y están intentando ahorrarse costes. La contratación a través de ETT es un ejemplo, porque así lo están haciendo en forma general, para ahorrarse dinero, por lo tanto los trabajadores no se les paga ni cotizan por lo que deberían.
-¿Tienen conocimiento de empresas que ocultan positivos?
-Lamentablemente sí. Hay trabajadores que nos han manifestado esta situación pero no atreven a denunciar. Y es un error tremendo porque si no siguen los protocolos se extiende más la pandemia e iremos a peor.
"En el campo se explota de manera generalizada aunque siempre hay empresas que cumplen con el convenio colectivo"
-¿Cuál es el sector que más le preocupa?
-El sector agrícola porque es donde están los trabajadores más precarios. El 30% son fijos discontinuos, y del resto, un 80% son contratados a través de ETT. En 2019, se hicieron 450.000 contratos en el sector y de ellos 366.000 fue a través de ETT. Hay entre 80.000 y 90.000 trabajadores que rotan continuamente. Las condiciones son muy duras: trabajan a destajo, jornadas muy largas, no hay conciliación de ningún tipo y los contratos son semanales, a veces de días. No tienen una estabilidad. No se pagan horas extraordinarias ni se les da de alta todos los días que trabajan. En el campo se explota de manera generalizada aunque siempre hay empresas que cumplen con el convenio colectivo. Hay que generar una cultura del cumplimiento de la ley y que quien no lo haga, lo pague. Y deberían incrementarse las sanciones.
-Esta semana han denunciado, además, que se dan agresiones sexuales. El sector dice que es algo puntual.
-El sector va a decir siempre que es algo puntual. Pero tenemos claro los datos y las investigaciones que se están llevando a cabo demuestran que es una práctica más habitual de lo que creemos. La actitud de las empresas es negar la evidencia pero confío que en el futuro tanto el Gobierno regional, como la Inspección de Trabajo y las empresas del sector sean capaces de acabar con esta lacra que desprestigia al sector. Nosotros no podemos ser cómplices de esta situación. La propia inspección nos ha dicho que se sienten impotentes. Pero las personas afectadas tienen miedo de denunciar.
-¿Y la hostelería y el comercio?
-Los convenios de la hostelería y del comercio llevan años sin firmarse y están trabajando conforme al salario mínimo interprofesional. Los trabajadores han perdido mucho poder adquisitivo y los empresarios no quieren actualizarlo. Al no firmar los convenio, pueden enriquecerse de forma más rápida. Por suerte, la subida del salario mínimo interprofesional ha ayudado a los trabajadores. Pero no tienen voluntad de negociar. Tenemos las peores condiciones en esos sectores. Es lamentable que esto suceda en la Región porque no se da en le resto de España.
"No se ha tenido ninguna voluntad de reducir la economía sumergida en la Región"
-En el año 2012 se firmó un Pacto contra la Economía Sumergida. ¿Cuál es el balance?
-El balance es cero. No se ha tenido ninguna voluntad de acometer ni de reducir la economía sumergida en la Región. El pacto se firmó entre los empresarios (CEOE), administración regional y los sindicatos. Hay entre el 25-30% de economía sumergida en la Región, entre las más altas del país, que también es muy alta en comparación con Europa. Siempre hemos pedido que se convoque pero no se ha hecho nada. No lo damos por perdido. De hecho, hace dos semanas pedimos que se volviera a convocar.
-¿Los trabajadores, ¿luchan lo suficiente por sus derechos?
-Seguramente podrían luchar más y organizarse. Los trabajadores viven con un miedo muy grande porque temen perder el puesto de trabajo si reclaman sus derechos. Debería haber una legislación que los proteja más.
-¿La ley se queda corta?
-Sí, la ley se queda muy corta a la hora de que los trabajadores puedan defender sus derechos. Por ejemplo, si un un trabajador denuncia a su empresa por no pagarle las horas extras, el empresario automáticamente lo va a despedir. Ese despido debería ser nulo. Y no es así, se le indemniza pero no recupera el puesto laboral.
"Los trabajadores se han visto muy solos y están recurriendo mucho a nosotros para saber cuales son sus derechos y sus obligaciones"
-Y los sindicatos, ¿cree que están a la altura de lo que exige la pandemia?
-Yo creo que los sindicatos estamos dando la batalla para denunciar las situaciones y proteger a los trabajadores en la medida de lo posible, y les estamos informando de todo. Precisamente con la crisis de la pandemia se está incrementando la afiliación y creemos que porque estamos haciendo un papel fundamental. Los trabajadores se han visto muy solos y están recurriendo mucho a nosotros para saber cuales son sus derechos y sus obligaciones. Buscan apoyo y eso lo encuentran con nosotros.
-A nivel laboral, ¿queda mucho por hacer?
-Siempre. Y más después de los datos de los que estamos hablando. Aún queda mucho para que los trabajadores de esta Región tengan un trabajo digno y decente. Los gobiernos son fundamentales para generar una cultura de hacer bien las cosas y no eso no se consigue en un día. Deberíamos aprovechar esta pandemia para cambiar el modelo productivo. No podemos vivir solamente del turismo y del sector agroalimentario. La industria hay que fomentarla mucho más de cara al futuro para diversificar.