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El piso del centro de Murcia que se soñó huerta: una Casa Vergel para una 'familia interespecies'

20/02/2022 - 

MURCIA. A veces, un equipo de arquitectos es capaz de entusiasmarse con un proyecto, que no siempre se corresponde con el más grande o el más ambicioso que ha tenido entre manos, pero que tiene 'un algo' que lo hace especial. Eso es lo que le ocurrió al estudio de arquitectura murciano Santa-Cruz con la reforma de un piso en el centro de Murcia al que bautizaron como Casa Vergel por las razones que pronto se comprenderán.

Los clientes -una familia que convive con animales de compañía- siempre habían anhelado vivir en la huerta de Murcia y en contacto con la naturaleza. Y es ahí donde entra la magia de la arquitectura, capaz de transformar un piso urbano en un auténtico vergel; en un hábitat de convivencia entre lo humano, lo animal y lo vegetal. De ahí, que califiquen como "familia interespecies" a sus moradores. 

En esta estrategia de transformación, Santa-Cruz ha trabajado principalmente a partir de cinco parámetros de diseño -biofilia, identidad, economía, fenomenología, y salud y bienestar-, muy comunes en sus proyectos y que ya son una seña de identidad de sus trabajos. 

Biofilia: mucho más que tener plantas

Para empezar, la Casa Vergel es todo un exponente de biofilia, que hace posible la unión del ser humano con la naturaleza. Lo es, por una parte, con los acabados naturales, ya que este concepto no consiste únicamente en la incorporación de vegetación en el espacio, sino también en el uso de materiales naturales o de otros elementos de diseño como el color presente en la naturaleza. En este caso, la madera se ha convertido en el material protagonista en suelo, mobiliario y paredes.

El paisajismo de interior sigue esta misma filosofía, siendo una pieza clave de esta intervención el nuevo mobiliario a medida, que da respuesta a las nuevas necesidades y permite compatibilizar un jardín de interior con la vida contemporánea en el centro de la ciudad. Tanto la Huerta de Murcia como el Campo de Cartagena están presentes dentro de la vivienda con las especies elegidas y un Huerto Vertical de interior.

Dentro de este apartado, y como parte de la reforma, se encuentra el uso de la tecnología para garantizar el confort y supervivencia de las plantas. Tanto es así que el mobiliario a medida incorpora las infraestructuras de sustrato, riego automático, abono, drenaje e iluminación necesarios para la subsistencia y el crecimiento de la vegetación. Por ejemplo, una iluminación exclusiva con unas longitudes de onda óptimas, promueve el crecimiento vegetativo, la elongación del tallo y la floración de los nuevos habitantes de la casa. Este elemento es clave para poder cultivar el Huerto de interior, por lo que se diseñó una luminaria especifica junto a la empresa murciana de iluminación Basileus. Un sistema propio de alumbrado que, además, se optimizó con el uso de poleas que acercan la fuente de luz a la planta en función de su crecimiento.

Señalan desde el estudio de arquitectura que todo esto fue posible también gracias a la participación del experto en vegetación y cultivo Jose Tomás Marín (Empresa 3SH), quien sigue encargado de mantener todo el sistema de vegetación de la vivienda, "la cual está resultando ser un labotario de convivencia entre lo humano, lo vegetal y lo animal". "Y con excelentes resultados. No hay más que ver la producción del Huerto dos años después de su instalación y la calidad de las siete variedades de verdura que se están cultivando actualmente", apuntan los arquitectos. 

Una "familia interespecies”

La Identidad es otro de los parámetros presente en los proyectos de este estudio de arquitectura, que busca conectar con la forma de ser del cliente, con su manera de pensar y forma de vivir. Por eso, aseguran, "cada decisión que se ha tomado durante el proyecto, se ha hecho para conseguir la armonía entre el espacio y la personalidad de quien lo habita, que es 'una familia interespecies' apasionada de la naturaleza".     

El concepto de economía, por otro lado, ha estado presente en la eficiencia de recursos llevada a cabo, ya que se ha reutilizado la mayoría de la distribución existente, demoliendo tan sólo dos tabiques e introduciendo un nuevo mobiliario a medida, con lo que se ha transformado por completo la vivienda con una inversión muy contenida. También destaca la flexibilidad, dado que al tener la familia hijos emancipados, el espacio destinado a dormitorios se ha destina a generar un despacho-jardín convertible en dormitorio de invitados, mediante el mobiliario flexible diseñado que permite compatibiliar dichos usos de una manera eficaz. 

El color y la amplitud espacial determinan la fenomenología de la Casa Vergel, en la que predominan tonalidades claras que dan luminosidad y transmiten confort y armonía, al tiempo que hacen de telón de fondo para las notas de color que surgen con la floración de las plantas y que varía en las diferentes épocas del año. 

Además, al tratarse de un piso cerrado sin terrazas, se ha creado un espacio mucho más amplio y abierto gracias a la permeabilidad de la mayoría de los muebles que albergan la vegetación y a los espejos estratégicamente ubicados. Un ejemplo significativo es el pasillo de entrada, con un mueble jardinera a un lado y un espejo al otro, permitiendo la entrada de luz al pasillo y duplicando su tamaño visualmente, convirtiendo la estrecha entrada, en un espacio más amplio.

Finalmente, señala el estudio Santa-Cruz que la Casa Vergel es "un espacio que cuida la salud", ya que el proyecto se ha concebido desde un principio para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, actuando sobre los parámetros que influyen en el bienestar, como pueden  presencia de naturaleza, luz natural, calidad del aire, alimentación saludable porcedente del huerto, materiales naturales, confort físico (controlando temperatura y humedad, etc) y un confort emocional (con el uso del color, la presencia de vegetación, etc).

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