CARTAGENA. La legislatura anterior el proyecto de Plan Sombra que el exconcejal Manuel Padín llevaba como uno de sus propósitos más importantes llegó 'in extremis', en 'tiempo de prórroga' como se diría en el argot futbolístico y levantó, además, airados debates y polémicas no solo entre los vecinos, visitantes y peatones que pasean por el centro de la ciudad, sino entre los políticos, incluso los del mismo tripartito que gobernaba la ciudad.
A pocos les gustó cómo quedó en un primer momento esta prueba que costó cerca de 40.000 euros, con unos bloques de hormigón de grandes dimensiones que fueron adaptados en el último momento a la zona formando unas jardineras entre los establecimientos hosteleros. Se colocaron un total de cinco postes entre los 4 y los cinco metros de altura rematados con tejido de vela. El material utilizado era flexible, ignífugo, transpirable, transparente y, después de las altas temperaturas vividas este verano, las quejas iniciales se fueron mitigando conforme el calor apretaba en una de las vías más concurridas y con menos sombra de la ciudad.
No obstante al equipo de Gobierno no gustó el proyecto del concejal de Comercio por lo que se decidió mantenerlo hasta antes del arranque de las Fiestas de Carthagineses y Romanos y después, desmontarlo y buscarle una nueva ubicación.
En el caso de que la propuesta funcionara se había propuesto una inversión final de 400.000 euros para los que habría que buscar financiación extramunicipal.
El pasado mes de julio, durante la celebración del Pleno municipal fue aprobada una moción presentada por Vox Cartagena Cartagena para poner en marcha una "comisión técnica" para la puesta en marcha de un nuevo Plan Sombra que estudie la posibilidad de modificar el PEOP, "con el objetivo de tener garantizada la posibilidad de anclar los toldos en la zona alta de los edificios e infraestructuras urbanas, así como de colocar publicidad impresa en las telas", decía Vox en su propuesta que además, debe ser "coherente, eficaz y sostenible, amparados en la experiencia para evitar los errores que ya se han cometido". Recordaban desde el partido "la crispación levantada entre algunos hosteleros y comerciantes de la zona, y las afirmaciones de varias asociaciones vecinales que han calificado las estructuras de 'estéticamente horribles' en redes sociales".
Ahora tocará, por tanto, "analizar opciones para tomar decisiones", explican fuentes municipales.
