Fotos: David Frutos
CARTAGENA. El estudio de arquitectura cartagenero dirigido por Martín Lejarraga ha vuelto a dejar su impronta en el centro histórico de la ciudad con la rehabilitación del llamado edificio Delicias, ubicado en la calle Comedias, entre la Calle Mayor y la Plaza del Rey. Y lo ha hecho estableciendo un diálogo arquitectónico con el edificio Tívoli situado justo en frente, en diagonal, de cuya reforma también se encargo con anterioridad el mismo estudio. Como ya hiciera con este último, Lejarraga ha apostado con esta nueva intervención por mantener el valor intrínseco de un edificio de principios del siglo XX, a la vez que lo ha dotado de elementos nuevos y optimizados. De tal forma que el edificio Delicias, con su nueva ampliación y reforma como apartamentos turísticos, "se presenta como una pieza capaz de activar el entorno gracias a una actuación controlada y respetuosa a la vez que contemporánea y distinguible", señalan.
Así, el proyecto de rehabilitación del edificio existente ha buscado la conservación y recuperación de sus cualidades históricas y arquitectónicas, subrayándose en la intervención el valor de sus características únicas y revitalizando tanto el edificio en sí mismo como el área urbana circundante.
En consecuencia, y según informa el estudio cartagenero, el proyecto ha recuperado la edificación original rehabilitando el conjunto tras la limpieza del interior y la sustitución de la estructura y distribución interna del inmueble, dada la obsolescencia estructural y constructiva que presentaba y la inexistencia de elementos de interés en su interior.
La solución arquitectónica del conjunto se ha concebido "como una intervención íntegra y continúa resuelta en dos estratos diferenciados y complementarios". El primero ha correspondido al exterior de las plantas baja, primera y segunda. "Debido a la necesaria recuperación de la fachada original, el proyecto ha conservado y restaurado los elementos protegidos, garantizando tanto su adecuación al uso interior de local comercial y vivienda, como la conservación y expresión de su reconocido valor histórico, y la continuidad del tejido urbano en el que está imbricado", apuntan los arquitectos.
El segundo estrato se ha ceñido a las plantas tercera (ático) y cuarta (sobreático), en el que se ha planteado la definición volumétrica y el tratamiento de nuevos planos de fachada y terrazas transitables, donde no hay elementos protegidos por la normativa, pero sí condiciones específicas de retranqueo, edificabilidad y soleamiento que condicionaron la solución propuesta.
"La nueva distribución de las plantas, tanto del local en planta baja, como de las viviendas proyectadas en las plantas de piso, ha optimizado la geometría de la parcela y las posibilidades volumétricas y arquitectónicas del conjunto", destaca el estudio de Martín Lejarraga.
Así, la fachada de las viviendas de los áticos se ha abierto para hacer uso del suelo de terraza y sus acabados otorgan una apariencia diferencial al de la parte más antigua, estableciendo de esta manera el diálogo oportuno entre el legado histórico y la realidad actual. "Esa relación/oposición se mantiene discreta, ya que los retranqueos sucesivos garantizan desde todos los frentes la visual despejada de la fachada original catalogada", añaden.
Los áticos se han definido en la propuesta como un elemento coherente con el resto de la edificación, y para ello "han aprendido de lo existente y han adoptado las alturas de planta, la proporción de los huecos de fachada, la relación de llenos y vacíos, la pregnancia de los ejes y la utilización de los materiales".
La modulación que ha resuelto la secuencia de huecos y paños ciegos se ha realizado mediante una solución constructiva ligera de elementos modulares cerámicos -un material muy presente las obras del arquitecto cartagenero-, que facilita la lectura de ese plano continuo y adaptable que se moldea en función a las necesidades.
El tratamiento por encima de la fachada original ha tomado como referencia la paleta cromática del paisaje urbano de la ciudad, con colores ambientales, compatibles por definición con el entorno, que deberán potenciar la lectura prioritaria de la fachada catalogada, así como de los nuevos planos de fachada en aquel ángulo concreto desde el que resultan visibles.
Para saber más...
Martín Lejarraga rehabilita un edificio histórico en Cartagena: diez apartamentos de diseño en General Ordóñez