Foto: CEDIDAMOLINA DE SEGURA. Una red de viales públicos es una infraestructura que facilita la movilidad de las personas y el tránsito de mercancías. Requiere por lo tanto de mantenimiento continuado para su conservación. Resulta imprescindible diseñar un plan identificando disfuncionalidades; después hay que realizar un diagnóstico general del entorno para finalmente poder formular una propuesta omnicomprensiva. Solo entonces se aborda su ejecución, causando las menores molestias posibles.
¿A que lo han clavado?, no se han saltado ni un paso.
Quizá ocurrió así: "Comité de campaña para el 28M, un día cualquiera…"
—A ver, pásame con el concejal de Obras.
—¿Sí?, dígame.
—Mira, vamos a elecciones y no lo tengo nada claro en las urbanizaciones y pedanías. Nos han pillado con el carrito del helado y los vecinos se han rebelao. Han formado un partido nuevo, así que tenemos que echar el resto allí arriba que se nos desmonta el chiringuito.
—¿Qué resto, líder?, si nos lo hemos fundido todo en el centro. No queda ni para pasar un sopla hojas por la acera.
—Bueno, búscate la vida, pero me metes movimiento, que parezca que nos interesan. O el que se va a mover eres tú.
— A ver qué me invento yo ahora. Puedo enviar un par de cuadrillas a las horas que van y vienen del trabajo, los pongo en las rotondas y que arreglen algún bordillo. Para los hierbajos creo que nos quedan azadas; les diré que se vayan cambiando de calle y así parecerá que son más... De todas formas, como no parchee me cuesta el pescuezo, voy a meter cuatro o cinco máquinas de las gordas para que se note que nos preocupamos por ellos. Seguro que me ascienden con el operativo que voy a montar.
(…)
El desenlace de esta historia lo estamos protagonizando los vecinos afectados, que, sorprendentemente, somos todos. Hay que proponérselo con mucha fuerza para conseguir cabrear a tanta gente, porque oye, no se ha dejado ni uno. Colas quilométricas, desinformación, caos circulatorio, firme abandonado en mal estado, pinchazos de neumáticos por el mallado en punta. Una auténtica chapuza que han abandonado a medio porque en las redes se los estaban comiendo. Han, literalmente, huido con las máquinas, las gordas.
Entiendo que el asesor / estratega de turno prepararía el plan para que estuviera terminado dos o tres meses antes de elecciones, porque si realmente ha ocurrido como en el relato de ficción, entonces es para que el último apague la luz al salir.
De todas formas, siendo las molestias y la chapuza de lo más florido, no es lo peor, porque cuando se señala la luna… no hay que mirar el dedo. Y eso es lo que pretenden algunos. En esta ocasión, lo que no hay que perder de vista son los millones de euros que pagamos al Ayuntamiento de Molina. Si piensan que con el arreglo de cuatro baches nos van a comprar es que no nos conocen. En URBAC, el partido de los vecinos de las urbanizaciones y pedanías, no la vamos a perder de vista, la luna. Por muy grande que sea el dedo.
Francisco Andrés Morales Ortín
Secretario y candidato de URBAC - Urbanizaciones Activas al Ayuntamiento de Molina de Segura
