CARTAGENA. Tras el gran fiasco de la legislatura pasada con el proyecto de Plan Sombra para las calles del casco urbano de Cartagena, este año, las principales vías por las que transitan vecinos, ciudadanos y turistas se quedarán de nuevo sin una propuesta concreta que ayude a mitigar las altas temperaturas en los meses de julio y agosto.
Fue en julio del pasado año cuando se reactivó el proyecto fallido, tras una moción presentada por la concejala -ahora en el equipo de Gobierno- de Vox Beatriz Sánchez del Álamo con el fin de extender la colocación de toldos en las calles del centro de Cartagena. La edil de Comercio María Belén Romero negó la posibilidad de anclar los toldos a los edificios, al estar protegidos, pero avanzó que era necesario ampliar este plan sombra, respetando el patrimonio y con un estilo más acorde al utilizado en la calle Carmen -que fue retirado unas semanas después-.
Se decidió, por tanto, crear la denominada ‘comisión de expertos’ en la que intervendrían cuatro concejalías: Patrimonio, Turismo, Comercio e Infraestructuras, con el fin de generar un espacio de sombra sin dañar el patrimonio ni la estética de los edificios de las vías en las que se ubique. La demora en la puesta en marcha, explican fuentes municipales, no es sinónimo de “dejación”, sino, añaden, se está buscando la fórmula “más eficaz y eficiente en la búsqueda de la sostenibilidad, la calidad y la utilidad” del proyecto.
Pero las pruebas y los propósitos pretéritos no son muy halagüeños para lo que se haga o pretenda hacer ahora. Y es que en abril del pasado año se inició una prueba piloto en la calle del Carmen, un proyecto que costó cerca de 40.000 euros y que no contó con el beneplácito de los dueños de los negocios en los que se instalaron las velas para calmar la temperatura. Es más, ni siquiera el equipo de Gobierno vio con buenos ojos esta iniciativa, por lo que pasado el verano fue retirado. Se produjo crispación entre algunos hosteleros y comerciantes de la zona, y algunas asociaciones vecinales la calificaron 'estéticamente horrible' en redes sociales.
Así pues, el Plan Sombra vuelve a ser una patata caliente que ahora involucra a diferentes departamentos del Ayuntamiento de Cartagena y que lejos de contentar a todos -vecinos, comerciantes, políticos y técnicos- puede volver a convertirse en una fuente de polémica. Eso sí, el sol volverá a castigar sin compasión otro año más a todo aquel que transite por aquellas zonas en las que había sido planificado su instalación.
