MURCIA (EFE).- El cantaor Diego Ramón Jiménez Salazar, 'El Cigala', ha anunciado en una entrevista concedida poco antes de actuar este viernes en el auditorio Batel de Cartagena, que después de finalizar un disco de boleros sacará al mercado una grabación de flamenco, género al que volverá con muchas ganas, y que tras ello tiene en mente un proyecto todavía en secreto de "otra música a la que no le he cantado nunca".
Según ha confesado, el disco de boleros lo tiene ya casi acabado "y es una vuelta a la simpleza de Lagrimas Negras", grabación ésta que lo encumbró en el año 2003, junto al pianista cubano Dionisio Ramón Emilio Valdés Amaro, más conocido como Bebo Valdés, fallecido el 22 de marzo de 2013.
Actualmente El Cigala se encuentra de gira del vigésimo aniversario de esta grabación ya mítica. El tour lo inició en Bogotá (Colombia) en septiembre de 2022, tras lo que llevó a cabo 9 conciertos en Estados Unidos y ahora se dispone a celebrar una veintena por nuestro país.
Recuerda que sus dos últimos trabajos, titulados Indestructible (2016) y Cigala canta a México (2020), fueron "unas aventuras magníficas, pero que tenía ganas de volver a un sonido más íntimo", por lo que tras el disco de boleros de 2023 está preparando también un disco de flamenco y otro que lleva en el más absoluto secreto y con el que quiere emocionar a su público al igual que hizo en su día con Lágrimas negras.
Del disco de flamenco que prepara no ha querido desvelar detalles porque todavía no ha completado el repertorio, pero asegura que necesita volver siempre al cante jondo. "Tengo muchas ganas ya", ha confesado.
De aquel chico que con apenas 12 años ganó un concurso de cantaores en Getafe le queda esa fuerza que transmite constantemente, pero si se le pregunta qué le diría a los jóvenes para salir adelante en estos momentos tan convulsos, contesta que "los chavales de hoy en día se lo curran muchísimo y en un mercado con tanta oferta es muy difícil, más aún si cabe empezar como nuevo artista, pero hay gente con mucho talento intentándolo".
A sus 54 años su consejo a la juventud es "que sean fieles a quienes son como artistas y a su música; y esto vale para toda la gente joven, aunque no sean artistas, que encuentre quienes son y se dejen guiar por eso".
Del reciente periplo por Estados Unidos, confiesa que "fue toda una locura", especialmente la recepción que le brindaron en el James L Knight Center de Miami el pasado 22 de octubre, con cuatro mil personas aplaudiéndole, o el haber tocado con gran éxito en ciudades donde nunca lo había hecho, por lo que a finales de 2023 volverá a ese país con 15 fechas más.
El Batel de Cartagena lo acogerá la noche de este viernes acompañado del pianista Jaime Calabuch en formato de cuarteto acústico. De esta ciudad mantiene buenos recuerdos y considera que en este territorio hay "mucho gusto por la buena música y por el flamenco. He tenido noches inolvidables cantando y escuchando música en el Festival del Cante de Las Minas, en La Unión".
Se le recuerda la actuación en La Unión acompañado por Diego del Morao el 9 de agosto de 2011, después de haber participado en una gala solidaria en junio anterior con motivo del terremoto de Lorca, que había dejado nueve fallecidos.
Preguntado por el pianista que lo acompaña, Jaime Calabuch, ha asegurado que no solamente es un digno sustituto de Bebo, sino que es "un genio musical, mi productor y el que me ha guiado y acompañado ya por varios géneros".
Ambos músicos han realizado giras mundiales y asegura que voz y piano "es una cosa muy difícil de llevar a cabo. Nadie me entiende mejor en el escenario y si alguien tenía que ocupar el lugar de Bebo conmigo en el escenario solo se me ocurre su nombre", añade.
Respecto a cómo ha decidido conjugar voz y piano como puente entre el flamenco y la música cubana y no optar por otros instrumentos, responde que la experiencia con Bebo le dio la vida. "Conocí a Bebo y a Fernando Trueba (el productor) y todo se dio, no podría haber sido de otra manera".
En el año 2001 Bebo colaboró con El Cigala en la bulería La Fuente De Bebo de su álbum Corren tiempos de alegría, y allí recuerda que ambos conectaron de verdad. Al año siguiente grabaron Lágrimas negras durante unos días que le llevan a la memoria momentos "de autenticidad musical sin ninguna pretensión; solo gente que disfruta la buena música haciendo algo nuevo juntos".
Respecto a los grandes músicos que conoció como Manolo Caracol o Camarón, dice sentir pura admiración; "son los maestros de los maestros y para mi haberlos conocido es un tesoro que llevo conmigo y que tengo muy presente, sobre todo cuando estoy en el escenario o en el estudio. Con Camarón me queda siempre el pesar de que se fuera tan pronto porque sé que hubiésemos sido compradres", asegura.
Por último, del género musical reggaetón que actualmente se encuentra sonando en todas partes dice: "Si te soy sincero yo no lo escucho a todas horas, no suena en mi casa, ni en las emisoras que pongo, ni en los bares a los que voy. Sé que está en todas partes, pero lo bonito de la música es que hay espacio para todos y sigue habiendo espacios donde disfrutar de otras músicas y hay que protegerlos y apoyarlos".