CARTAGENA. Con el calor apretando, el ocio mirar de forma irremediable hacia el agua. Con el Mediterráneo y el Mar Menor como escenarios, os dejamos cuatro planes para disfrutar en la Costa Cálida.
Con una tabla bajo tus pies con dos potentes chorros hacia abajo podrás volar sobre el agua, sumergirte en ella, realizar saltos y hacer todo tipo de piruetas. El Flyboard es más fácil de practicar de lo que parece. Casi todo el mundo consigue elevarse a la primera. No precisa fuerza física, sino equilibrio y, sobre todo, estar cómodo jugando en el agua. Escuelas como Profly, en el puerto de Tomás Maestre, ofrecen esta actividad.
Las bicicletas de agua son bicicletas que funcionan con un motor eléctrico, pero que se alimentan mediante baterías y el pedaleo de su único pasajero. Para desplazarse, en vez de ruedas, la bicicleta acuática cuenta con un sistema de hélices y láminas de fibra de carbono, con el que te impulsas. En KalimaCharter, ofrecen el alquiler e incluso la venta de las mismas.
En Cabo de Palos se puede disfrutar de una de las reservas protegidas que tiene la Región. En 1995 se creó la Reserva Marina de Interés Pesquero de Cabo de Palos - Islas Hormigas, en la que se practica tanto pesca marítima de recreo como buceo. La Reserva goza de una enorme biodiversidad, combina fondos rocosos y arenosos y atesora a la Posidonia oceanica, una planta marina característica del Mediterráneo; de hecho, las peculiaridades de la Posidonia ayudan a mantener la integridad del ecosistema, así como incentivar el turismo y las actividades de buceo.
El interés que sugiere esta zona se debe a su importancia ecológica: en Cabo de Palos convergen aguas del Atlántico y del Mediterráneo; por tanto, la situación geográfica hace que exista una amplia variedad de especies marinas que cohabitan temporal o permanentemente, y que se pueden observar gracias a las variadas actividades propuestas en Cabo de Palos.