MURCIA (EFE). Celebrar la Navidad con los compañeros de trabajo en una comida con tardeo es uno de los formatos por los que están optando las empresas después de haber pasado, a causa de la pandemia de coronavirus, dos años sin poder reunirse fuera del ámbito laboral con motivo de estas tradicionales fechas.
Prolongar la sobremesa o salir de tardeo se institucionalizó por la pandemia debido a las restricciones y limitaciones de movilidad y de horarios durante la crisis sanitaria por la covid-19, se ha convertido en un nuevo formato que estas navidades se ha extendido también a las comidas de empleados, generalmente y si la casuística del local lo permite, en el mismo establecimiento.
"De alguna manera, la sobremesa se prolonga lo máximo posible en el local", señala a EFE el presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, sobre las tradicionales cenas de Navidad de las empresas.
Las de 2022 serán las terceras navidades desde que comenzó la pandemia del coronavirus y las primeras en que las empresas podrán celebrar la festividad sin restricciones y "en condiciones".
Con el fin de evitar masificaciones, este último fin de semana de noviembre ya empiezan a celebrarse comidas o cenas de este tipo.
Aunque las empresas intentan adelantar la celebración, la mayoría tiene lugar a mediados de diciembre, este año el día 16, con reservas ya cubiertas en los bares, restaurantes o salones para una horquilla de entre 10 y 50 comensales.
Por tanto, Espinar asegura que las expectativas son bastante buenas este año para los hosteleros, que están haciendo esfuerzos para que "la gente pueda disfrutar" y que los precios "no sean una restricción" para realizar la celebración.
Aunque la Federación de Hostelería no dispone de datos de reservas, las "sensaciones" de los locales asociados transmiten una situación muy diferente a la del año pasado. "Podían haber sido una de las mejores navidades pero la Ómicron -la variante del virus- nos hizo polvo y se canceló el 80 % de las reservas", recuerda Espinar sobre 2021.
La hostelería es cautelosa y, ante la situación actual de inflación, solo ha aplicado un "ligero aumento" de precios que, según el último dato de IPC del INE, se sitúa en el 5,4 % en la hostelería. Ese incremento, a juicio de Espinar, "no supone un cambio drástico" y está por debajo del índice general de la inflación.
Para estos negocios los límites de elasticidad están al máximo, comenta respecto al incremento de los costes de la energía que, junto con el gas, representa entre un 5 y un 15 % del total de gastos.
Los costes de la energía están haciendo "mucho daño" a las cuentas de explotación de estas empresas y llegar al umbral de rentabilidad es "muy complicado". De hecho, algunas empresas utilizan el circulante que les queda para sobrevivir, por lo que la "efervescencia" que puede detectarse en estas fechas es solo una parte de otro año complicado.
Y es que es constante toparse en la calle con carteles de "se vende" o "se traspasa" y persianas cerradas de locales de restauración, según Espinar, algo que es consecuencia del periodo inflacionista y de los altos costes del gas y la electricidad.
El presidente de la FEHV apunta que el CNAE de la hostelería no está contemplado en ninguna ayuda estatal o autonómica mientras los recibos de la luz se han multiplicado, como mínimo, por tres.