MURCIA. Con la llegada del nuevo curso también el centro de Murcia arranca una nueva etapa. Los locales ya han quitado el cartel de 'cerrado por vacaciones' que colocaron en agosto y reinician el trabajo conforme septiembre marca la vuelta de los murcianos a las calles de la ciudad. Y precisamente dos de sus vías más icónicas, Trapería y Platería, son las que están reeditando su oferta al comienzo de este otoño, con establecimientos tradicionales que cierran sus puertas y otros proyectos que inician su andadura.
Con ya varios meses cerrado, la primera gran ausencia que se apreciará será la de la icónica pastelería -aunque también vendía souvenirs- Roses, ubicada al comienzo de Trapería, frente a los soportales de la catedral. Por el momento el local continúa cerrado a la espera de dar cabida a un nuevo negocio.
Donde sí están ya instaurados los nuevos dueños es en el local de productos artesanales murcianos El Turro, un establecimiento de tintes tradicionales que renueva la oferta gastronómica de la zona. Esta tienda fue inaugurada oficialmente el pasado martes con la intención de atraer al turista que busque llevarse un souvenir comestible que atestigüe su estancia en la ciudad, para beneficio de sus amigos y familiares.
También en la línea gastronómica tendrá lugar la inminente apertura del restaurante Tizne, impulsado por el grupo Drexco. En su caso, estará ubicado a medio camino de la calle Trapería, junto a las empanadillas argentinas de Malvón, desde donde ofrecerá una brasería basada en el horno Josper. En específico, ocupará el puesto dejado vacante por el bar Vogue, que bajó la persiana en la primavera del 2021. Por el momento aún no tiene fijada una fecha de apertura, aunque tan solo restan por completar los últimos detalles y se espera que pueda abrir sus puertas en las próximas semanas.
No obstante, la más llamativa de las aperturas está protagonizada por Europound Exchange, una oficina de cambio de divisas que ocupará el local que hasta hace unos meses pertenecía a la otra confitería Roses de la calle, la que se encontraba cercana a la Plaza de Santo Domingo.
La calle Trapería de Murcia ha sido durante años y en competencia con la Gran Vía el lugar del centro con más oficinas bancarias por metro cuadrado, ahora, y tras los cierres de algunas de ellas, la actividad comercial en torno a la economía resurge de la mano de este establecimiento.
Estas aperturas confirman que la tendencia sigue invariable: los bajos comerciales no permanecen cerrados mucho tiempo en las vías más transitadas. De hecho, el auge del comercio electrónico ha provocado que estos lugares tan competitivos en términos de visibilidad resulten cada vez más valorados, en especial para los grandes grupos, que encuentran en las calles más céntricas el escaparate perfecto para ofrecer sus servicios.
"La demanda de 'locales prime' ha aumentado bastante. Veremos que en cada población se están activando bajos que han estado bastante tiempo cerrados. De hecho, se alquilan y se venden incluso por mayor precio que antes de la pandemia. En cambio, el resto de los locales los vemos con mucha rotación de inquilinos. Son cada vez más difíciles de alquilar y vender, por lo que están bajando de precio", según explica a Murcia Plaza Jerónimo Jover, responsable del departamento CDE (Comunicación, Datos y Estudios) del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de la Región de Murcia.
De hecho, precisamente esta filosofía viene siguiendo Drexco, con locales en la Gran Vía y en la Avenida de la Libertad, dos de las zonas más cotizadas de la ciudad. Asimismo, también cuentan con una cafetería en la propia Platería, ubicado tan solo a escasos metros del restaurante que será su próxima incorporación al grupo: "Nos gusta trabajar en el centro y crear un espíritu de ciudad y ofrecer al corazón de Murcia nuestra gastronomía", remarcan desde Tizne a Murcia Plaza.