CARTAGENA. El buque Cazaminas ‘Tajo’ zarpó desde el Arsenal de Cartagena para integrarse en la Fuerza Permanente de la OTAN en el Mediterráneo, a demanda de Turquía, en una misión que durará dos meses. El cometido será estar preparado para operar en cualquier zona interés para la OTAN, garantizando la limpieza de minas en las rutas de mar a puerto en todo tipo de escenarios. En tiempos de guerra, la misión es garantizar que los barcos potencialmente vulnerables de recibir minados sean guiados de forma segura a puerto a través de canales adecuados. “Ahora mismo no estamos en ese escenario, pero hay que estar preparado”, afirmó el capitán de Navío Miguel Cuartero, comandante de la Fuerza Medidas contra Minas. Y es que, en la actualidad, las minas tienen la capacidad de explotar de forma dirigida a un barco concreto, estando programadas para explotar cuando detecta una serie de características asociadas con el buque objetivo del ataque.
Una misión que ha tenido una fase de alistamiento intensa, marcada como el día a día por la maldita pandemia. “Han tenido que seguir un protocolo de prevención muy serio desde principios del mes de enero. El pasado 14 de enero se pusieron la primera dosis de la vacuna, siguiendo la estrategia de vacunación de las Fuerzas Armadas para los barcos que se despliegan en el extranjero. Y hace tres días recibieron la segunda dosis. Confiamos en que la vacuna aporte más seguridad”, señaló Cuartero. Recientemente, el Hespérides tuvo que regresar sin completar su misión debido a varios positivos en la tripulación.
Las misiones en tiempos de pandemia acarrean ciertas incomodidades a la tripulación, algo con lo que todos los alistas cuentan. “No se permite la salida a la calle, pero normalmente dejan que los barcos tengan una zona acotada donde puedan estirar las piernas. En cualquier caso no van a tener contacto físico con otros barcos”, afirmó el capitán de Navío.
El Cazamina ‘Tajo’ es el sexto y último cazaminas de la clase segura. Es un buque de guerra, categorizado como cazaminas de misión simple. “Está construido para operar cerca de las minas. Su firma magnética, acústica y sus equipos le permite operar a una distancia de la mina para neutralizarla sin que los sistemas de explosión del artefacto les pueda dañar. Y, en el caso de que se produjera una explosión, al estar compuesto por fibra de vidrio, es capaza de soportar dicha explosión, recuperando su forma original”, explicó Cuartero.
Con una dotación de 44 hombres y mujeres, tiene 54 metros de eslora, 10,7 metros de manga, con 5,5 metros de puntal, y es capaz de desplazar 550 toneladas. Está equipado con un sonar de profundidad variable, sensores de navegación y posición, consolas tácticas, vehículos remotos submarinos y un radar de navegación.