Fotos: Adriana Martínez
MURCIA. Rosa decidió mudarse con sus gatos a esta casa-patio centenaria de Los Dolores, en Cartagena, que perteneció a su abuela. Para ella era mucho más que una vivienda que reformar para adaptarla a sus necesidades: era el escenario de sus mejores recuerdos de infancia y, de alguna forma, testigo de gran parte de su vida. Por eso, cuando le encargó el proyecto a la arquitecta murciana Flora Cánovas Otón tenía claro que buscaba una casa para hacerse mayor sin olvidar quién fue de pequeña.
El reto de la arquitecta era preservar la identidad y la memoria del inmueble y, al mismo tiempo, adaptar los nuevos espacios a los deseos y necesidades de Rosa. Hay que tener en cuenta que la casa forma parte de un conjunto residencial de cuatro viviendas en planta baja construido en el año 1930, presentando deficiencias y patologías propias de sus casi cien años de edad. Por todo ello, la vivienda se ha rehabilitado integralmente.
La estética y composición de la fachada a la calle se ha conservado, al igual que la cubierta inclinada de teja, las columnas, el arco de la entrada, el suelo hidráulico que ha podido ser rescatado, la carpintería interior de madera y vidrios de colores y las rejas originales.
La vivienda, según explica Flora Cánovas Otón, tiene tres zonas diferenciadas: el cuerpo principal, el patio y un volumen independiente cuyo uso está vinculado al patio. La nueva distribución presenta el siguiente programa: entrada, cocina integrada con el salón con salida directa al patio, dos habitaciones y baño principal.
La cocina ha cambiado de ubicación, convirtiéndose en el centro del triángulo entrada-salón-patio. Con la nueva y directa salida al patio, no solo se mejora la circulación, la ventilación cruzada y se dota al espacio de mucha más luz natural, sino que permite ver y disfrutar del arco y las columnas originales desde muchos más ángulos y puntos de vista.
La zona de cuarto de las pilas es también espacio almacenamiento y cuenta con un nuevo aseo vinculado al patio. Además, este dispone de una pequeña alberca para los días de calor, creando un ambiente de relax donde Rosa podrá pensar en el futuro sin olvidar el pasado.