ALICANTE. Fin de trayecto para la propuesta formulada por el Grupo Baraka para transformar el edificio del antiguo cine Ideal de Alicante en un centro cultural que contaría con el nombre de la baronesa Thyssen, Carmen Thyssen, así como con fondos cedidos de su colección. Portavoces del holding empresarial fundado por Trinitario Casanova han precisado este martes que no se ha recibido ninguna respuesta oficial por parte de la Diputación Provincial de Alicante al cierre de plazo establecido en el requerimiento de contestación que se formuló el pasado 24 de enero por lo que se da por descartado el desarrollo del proyecto.
Es más, las mismas fuentes han señalado que, a partir de ahora, se abordarán negociaciones con otras administraciones que sí habían mostrado interés en acoger la propuesta en otros inmuebles propiedad de Baraka en sus respectivas ciudades. En esta línea, las mismas fuentes han lamentado que la Diputación "no haya aceptado la propuesta del museo Thyssen, después de muchos meses" desde que la empresa plantease un proyecto que consideraba "magnífico para la ciudad de Alicante y provincia", al suponer una oportunidad para que el céntrico inmueble se convirtiese en un espacio en el que se mezclase "la cultura artística con la historia urbanística".
Así, representantes de Baraka han apuntado que "es el momento de hacerlo en otra ciudad", en alusión a las tres poblaciones que habrían mostrado su disposición a abrazar la propuesta de Baraka, según el grupo empresarial. Las mismas fuentes han incidido en la callada obtenida por respuesta por parte de la institución provincial debe interpretarse "como que el proyecto no interesa" por lo que se habría decidido retirar el planteamiento para poder abordarlo con libertad en cualquiera de esa terna de emplazamientos atraídos por el concepto del centro cultural planteado, que el grupo empresarial continúa sin desvelar "por deseo de Thyssen".
Lo cierto es que, hasta el momento, la única respuesta facilitada por representantes de la institución provincial respecto al propuesta de Baraka ha consistido en reiterar que se trataba de una propuesta que permanecía en estudio por parte de los técnicos del área de Cultura. A grandes rasgos, ese fue el mensaje que mantuvo este lunes el mismo presidente de la Diputación, Carlos Mazón, a preguntas de los medios de comunicación, durante la apertura de la exposición organizada para conmemorar el 30 aniversario del organismo tributario provincial, Suma.
¿En qué consistía, en concreto, el centro cultural proyectado por el Grupo Baraka? Como ya ha informado este diario, el holding empresarial había ofertado a la Diputación un acuerdo de arrendamiento del edificio del antiguo cine de la avenida de la Constitución para que se hiciese cargo de su gestión durante 20 años, después de haberlo transformado para convertirlo en un centro cultural dotado de "la tecnología más avanzada" que permitiese disfrutar de "una experiencia sensorial" relacionada con el mundo de la pintura que abarcase incluso la percepción de los olores y las texturas de los cuadros.
Baraka se comprometía a asumir un desembolso de 25 millones en la materialización de ese centro cultural; una cifra en la que se incorporarían los acuerdos para sumar la presencia de "50 obras pictóricas de reconocidos autores como Miró o Juan Gris" procedentes de fondos privados, adquiridos por el Grupo Baraka, que se expondrían de forma permanente en el centro cultural, así como otros cuadros que forman parte de exposiciones itinerantes, "cedidos de forma temporal por los fondos pictóricos de la Fundación Thyssen", según explicó el mismo Trinitario Casanova el pasado octubre, a consulta de Plaza.
Con el descarte del centro cultural, el futuro del edificio continúa en el aire, a la espera de que pueda existir una resolución respecto a la solicitud de licencia registrada por el Grupo Baraka para rehabilitar y convertir el inmueble en un hotel boutique provisto de unas 60 habitaciones que, según el grupo empresarial, quedaría ajustado a las condiciones de conservación requeridas por el ayuntamiento.
Al tiempo, continúa sin zanjarse el expediente sobre su posible reconocimiento como Bien de Interés Cultural (BIC), toda vez que la Plataforma Salvem l'Ideal habría aportado a la Dirección General de Cultura un dosier de 700 páginas con el propósito de justificar la singularidad cultural y arquitectónica del edificio. Fuentes del departamento autonómico apuntaron que, en el caso de constatar la recepción de esa documentación, se analizaría para tomar una decisión.