CARTAGENA. El Casino de Cartagena, ubicado desde 1853 en el Palacio de Casa Tilly de la Calle Mayor, quiere recuperar el papel que ostentó en el corazón de la vida cultural y social de la ciudad portuaria desde mediados del siglo XIX. Para ello, el histórico inmueble -BIC con categoría de monumento- debe someterse a una restauración que le devuelva el esplendor modernista al palacio (que también cuenta con elementos barrocos) y, además, ofrezca a la juventud cartagenera nuevos alicientes para que se acerquen a este rincón lleno de historia.
El proyecto le ha sido encargado al arquitecto de la ciudad José Antonio Rodríguez Martín (JARM) -quien ya ha realizado anteriormente importantes intervenciones en edificios históricos de la ciudad-, y ha estado subvencionado con 84.700 euros por parte de la la Comunidad Autónoma. Este lunes era presentado a la Junta Directiva del Casino.
Señala el arquitecto que el proyecto tiene un presupuesto de dos millones de euros (más IVA), una cifra más elevada que la que inicialmente se barajaba y que obedece al estudio en profundidad de las actuaciones que se debían acometer. Por este motivo, y al depender la financiación de las distintas subvenciones que se vayan recibiendo, el proyecto se ha dividido en 22 fases. De esta forma, se podrá ir ejecutando por partes y solapándose las distintas fases.
El proyecto se ha concebido teniendo en cuenta dos cuestiones: la accesibilidad y la restauración. Así, JARM apunta que era muy importante dotar al edificio de una mayor accesibilidad, para lo cual se ha diseñado una escalera y un ascensor en la parte trasera del edificio completamente respetuosos con las partes históricas del inmueble. Algo que es "sagrado" para este estudio de arquitectura, que además de crear espacios y restaurar/rehabilitar el patrimonio, lleva a cabo investigaciones sobre la arquitectura histórica de la ciudad. Además, la escalera comunicará la zona de bar del Casino con una terraza superior que, según las imágenes del proyecto, ofrecerá una zona lúdica y luminosa, de ambiente relajante y propicio para que se puedan reunir los jóvenes en ella, aprovechando el clima amable de la ciudad.
Esta no será la única zona que se quiere habilitar para atraer a la juventud cartagenera, ya que también se pretende que tenga esta función la sala multiusos (como escenario de diferentes actividades). Esta será, además, la primera intervención que se realice de las 22 fases una vez que se cuente con presupuesto. Esta sala cuenta con "unos artesonados preciosos que están tapados por unas lonas; además, se quiere recuperar el suelo original, meter instalaciones nuevas...". Con este fin se ha solicitado una subvención a la Comunidad Autónoma que creen que tiene muchas posibilidades de aprobarse.
Respecto a la restauración, José Antonio Rodríguez indica que prácticamente el 80% del inmueble está por rehabilitar, con unas actuaciones que consistirían básicamente en volver a lo original y quitar añadidos que se han ido incorporando con los años, como el gotelé de los años 80, azulejos posteriores, resvestimientos que no son adecuados... "Nos proponemos recuperar la imagen modernista del edificio y eliminar aquello que sobra", señala el arquitecto, quien añade que en los últimos años "no se ha realizado una actuación seria, sino como se ha podido, con palos y cañitas; excepto las dos salas que hizo José Manuel Chacón en su época. Queda mucho por hacer". A todo esto se une que, además de que el edificio modernista recupere su esplendor, es necesario de dotarlo de la comodidades del siglo XXI, porque será el uso de sus instalaciones lo que garantice la conservación del Casino de Cartagena.
El proyecto de rehabilitación del Casino ha sido financiado en su totalidad por una subvención de la Comunidad Autónoma por importe de 84.700 euros. El edificio de origen barroco ya sufrió una gran remodelación a finales del XIX y principios del XX por parte del arquitecto Víctor Beltrí, gran exponente del modernismo en Cartagena.
Será un proceso largo y que requerirá paciencia y constancia, según confirma el arquitecto, pero que ya supone que "el motor está en marcha".
