MURCIA. Un santuario de animales es una instalación donde son llevados animales de granja (e incluso aquellos considerados salvajes) para que vivan y estén protegidos. Mónica es la directora del Santuario Espíritu Libre, hasta ahora con sede en la Región (este diario informó en un primer momento por error de que era en Calasparra), de donde han tenido que emigrar debido a dificultades que define como "un infierno insoportable del que necesitábamos escapar".
Todo comienza el 26 de abril de 2015, cuando un camión cargado de pollitos con 42 días de vida volcó de camino al matadero en las inmediaciones de Albacete. "Ese día nos movilizamos varias activistas de distintas organizaciones y llegamos a rescatar unas 80 aves, de las cuales 52 quedaron a nuestro cargo". Tras conocer la repercusión de sus actos, el grupo de jóvenes se plantean poner en marcha el proyecto de un santuario en Albacete: "Era una idea cargada de ilusión, tiempo, dedicación y ganas de concienciar al mundo acerca del antiespecismo a través de las historias de animales rescatados de situaciones de abandono, explotación o maltrato".
"Nunca nos ha importado irnos a la otra punta del país por el bienestar de los animales"
La cabeza del proyecto cuenta a Murcia Plaza: "Comencé a hacer activismo a pie de calle en una asociación de defensa animal, pero sentía que no estaba ayudando lo suficiente siendo vegana y con estas actividades, así que acudíamos a jornadas de trabajo en dos santuarios de España, y me di cuenta de que en Albacete, y toda Castilla-La Mancha, no había ninguno para ayudar a los animales que lo necesitaran, y comenzamos con ello".
No fue posible establecerse en Albacete así que emprendieron su sueño en la Región de Murcia, en 2016, donde, hasta el momento, no había existido ningún lugar con estas características ni orientado a este fin. Hasta ahora, han logrado salvar más de 150 animales y tienen a su cargo 65 vidas de diversas especies: cerdos, gallinas, perros cabras y vacas, entre otros. "Hay casos que nos encontramos directamente nosotras; otros son a través de quienes los han encontrado; y también mediante terceras personas que nos contactan por redes sociales, nuestra página web o correo electrónico", explica.
Estos animales son rescatados de situaciones de vulnerabilidad, muchas veces heridos e incluso cerca de la muerte. Mónica y su equipo se encargan de proporcionarles asistencia clínica, cuidarles, alimentarles y, cuando están completamente sanos, son acogidos indefinidamente por el refugio.
"Las empresas no están acostumbradas a animales bien alimentados"
Actualmente se encuentran en medio de un traslado a un nuevo espacio en Soria (Castilla y León), tras solo medio año en su segunda finca en la Región. "Los vecinos nos amenazaban con matar a los animales por comerse una hiedra, intentos de robo de corderos y cabritos de gente de la zona". Esto sumado a unas condiciones territoriales mejorables les ha llevado a desplazar su hogar: "Nunca nos ha importado irnos a la otra punta del país, y separarnos de familiares, amistades, trabajos... Si los animales iban a tener una calidad de vida mejor que donde nos encontrábamos, así que lo hemos dado todo por ellos".
Son muchas las trabas que aseguran que han sufrido en este viaje a la mejora del bienestar animal, muchas relacionadas con "la lentitud burocrática" y "la desconsideración legal" hacia los animales no destinados al consumo. "Es todo un problema tras otro que no nos deja respirar, la verdad", confiesa Mónica. El más reciente se atañe al transporte, ya que las empresas "no están acostumbradas a animales bien alimentados, con cuernos, y otras características que no son comunes en la manutención habitual de las especies en empresas ganaderas".
Su día a día gira en torno a los animales: "Nos levantamos, damos medicaciones, desayunos y realizamos las tareas que correspondan como limpiar la paja sucia, las habitaciones de los espacios donde duermen; construimos sus casas y parques, les damos la comida; les llevamos al veterinario si lo necesitan, y, antes de que anochezca, damos la cena y guardamos en sus dormitorios para que estén calentitos y seguros de posibles depredadores".
Además de esta actividad, el equipo mantiene activas sus redes sociales para informar a todos los seguidores y donantes de la situación diaria de los animales. También realizan activismo y solicitan financiación, que puede aportarse a través de plataformas de pago. También en su página web (santuarioespiritulibre.org) ofrecen toda la información necesaria para colaborar, una tienda solidaria e incluso información más variada, como concienciación vegana y recetas.