MURCIA. Los restaurantes regionales vuelven a enfrentarse a un incierto futuro debido a un cierre qué no saben cuánto va a durar, y solo uno de cada tres ha decidido mantenerse sus puertas abiertas ofreciendo el servicio de entrega a domicilio o de recogida en el local, el único que permitido en estos momentos por las restricciones.
"Es una situación muy complicada. Van a ser dos meses muy tristes y aguantamos a duras penas con el servicio de comidas para llevar", explica José María Rubiales, dueño de El Parlamento Andaluz y presidente de la Asociación de Bares, Cafeterías y Afines de la Región. "Entre semana no se mueve nada", señala, "algunos desayunos pero sobre todo las noches son terribles, todo está muerto". Por eso, espera que de cara al fin e semana "la gente se anime y decida pedir más a los restaurantes".
Según su previsión, apenas un 30% de lo restaurantes han decidido mantenerse abiertos "porque no sale rentable". Asegura que la caída de ventas en el cierre de noviembre fue del 70% y que ahora el pronóstico es peor, por lo que calcula que el bajón será del 80%.
En su establecimiento han creado una carta especial delivery y una web nueva con promociones y descuentos para animar los pedidos. "No es la solución pero algo tenemos que hacer para mantener un mínimo la actividad. Llevo 26 años en la plaza del Romea y los vecinos nos piden mucho, sobre todo bocadillos". Los famosos 'parlamentarios' son los más demandados, afirma, aunque también los arroces los fines de semana.
Sergio Martínez, chef del restaurante Keki y Kalma, ha optado por una decisión salomónica, dejado abierto el primero y cerrando el segundo de sus establecimientos. "Estamos cansados de tantos cambios. Son muchos meses con demasiadas restricciones, que cambian cada semana y ya no sabes qué hacer", se lamenta.
No obstante, va a elaborar una nueva carta "para que la gente no se aburra siempre con lo mismo", manteniendo los clásicos y aportando novedades como patatas bravas estilo keki, fish and chips de bacalao, crema de hortalizas o el postre estrella de estas Navidades, el superferrero.
De momento abre de jueves a domingo a mediodía y para los pedidos ha habilitado whassap, teléfono y Just Eat, además de hacer un 10% de descuento si se recoge en el local. No obstante, subraya que el tema del delivery "es complicado, porque no es lo mismo servir aquí la comida, y nuestro cliente paga por un producto de calidad y hay que cuidarlo bastante".
Sobre cómo responderán los clientes, señala que cada confinamiento "es diferente" pero cree que habrá "más demanda ahora porque no hay terrazas". No obstante, espera una facturación que no superará un tercio de lo habitual. "Se sobrevive porque se ajustan los gastos. Lo hago por no estar cerrados y seguir activo, pero casi no se saca nada", asegura.
Rafa Sánchez, del restaurante Box Experience, forma parte de esos dos tercios que ha preferido no abrir con las circunstancias actuales. "Lo hicimos en la etapa anterior pero esta vez no, estamos muy desmoralizados", lamenta. "Competir con las comidas para llevar es muy complicado y no queremos bajar la calidad".
En su caso explica que hace un tipo de cocina más elaborada y que se tiene que comer al momento y en el mismo lugar, y el transporte a casa hace que el producto pierda parte de su esencia.
Además, incide, no sale rentable y "las plataformas de comida tampoco ayudan porque se llevan casi un 30% del importe del pedido. Hay que vender mucho".
Por eso, ha decidido "hacer un parón y coger fuerzas. Hay que tener paciencia y mucho ánimo en la situación actual".
