MURCIA. Si el verano ha sido complicado para el sector turístico regional los próximos meses no parecen que vayan a ser mejores. Al contrario. Se vislumbran tiempos difíciles debido a las consecuencias derivadas de la pandemia de la covid-19 y los hoteles de la Costa Cálida se preparan para su otoño más duro. Según datos facilitados por Hostetur, la Asociación de Empresarios de Hoteles y Alojamientos de la Costa Cálida, solo permanecerán abiertos 3 o 4 establecimientos de los 30 que hay en la costa regional.
"Por su estructura y sus instalaciones, tres o cuatro hoteles podrán resistir y seguirán abiertos. Pero los demás cerrarán. Sin clientes es imposible mantenerlos a diferencia de otros años", señala Soledad Díaz, presidenta de Hostetur.
la causas son la falta de turismo extranjero, la cancelación de los viajes del Imserso y el estado del Mar Menor
Como principal causa apunta a la falta de turismo extranjero, la cancelación de los viajes del Imserso y el estado del Mar Menor, "que se nos ha olvidado por la pandemia, pero sigue mal", apunta. "Otros otoños ha habido turismo extranjero, sobre todo de Inglaterra, y también del Imserso, lo que ha permitido que prácticamente todos los hoteles estuvieran abiertos. También había un turismo local de fin de semana y gente que hacía escapadas. Para el mantenimiento, les daba", apunta.
Desde Hostetur defienden que es imposible mantener los hoteles abiertos al público como otros años con la coyuntura actual y dependiendo únicamente de las reservas de última hora, basadas fundamentalmente en el turismo de escapadas. Los tres o cuatro que tienen constancia que podrán hacerlo será en parte por un programa regional que debe poner en marcha la Consejería de Turismo para impulsar una suerte de Imserso regional, que al menos permitirá "cierta actividad y que se puedan mantener algunos los hoteles y los puestos de trabajo".
Las cifras que ha arrojado el verano en cuanto a viajeros, tanto en julio como en agosto, no pronosticaban nada bueno. De hecho, el grado de ocupación en agosto en los establecimientos hoteleros de la Costa Cálida fue del 49,26%.
"Mar Menor sigue mal y la pandemia ha recrudecido la situación aún más"
"Una cosa que nos ha llamado la atención es que la ocupación no ha sido similar dentro de la misma zona. En La Manga ha habido hoteles con un 80% de ocupación y otros con un 30%, igual que en otras zonas. Dentro del mismo destino, es un comportamiento inusual", explica Díaz.
Tampoco hay que olvidar la situación del Mar Menor, apunta, "que sigue mal y la pandemia ha recrudecido aún más la situación que tenían los hoteles de la zona". De hecho, es la zona de la costa que menos pernoctaciones ha tenido, indica.
Mejor comportamiento registró Águilas, con una ocupación media del 50%, mientras que Mazarrón se vio muy perjudicada a partir del 20 de julio con los brotes que surgieron y la posibilidad de que confinaran el municipio. "Hubo veinte días horribles. La última quincena de agosto se recuperó un poco".
"Nunca hemos tenido que luchar contra el miedo y este año nos hemos visto obligados"
En general, asegura, ha sido un desconocido mes de agosto. Cancelaciones, reservas de última hora y una gran influencia de lo que acontecía en el día a día a la hora de tomar decisiones que se traducía en fluctuaciones continuas. "La gente estaba muy pendiente de las noticias y tenía mucha indecisión".
Por eso, este verano atípico no ha tenido "nada que ver con los demás. Nunca hemos tenido que luchar contra el miedo y este año nos hemos visto obligados. Estamos acostumbrados a competir en calidad, en precio, en situación de establecimientos. Pero nunca nos habíamos enfrentado a esta situación".