TÚ DALE A UN MONO UN TECLADO / OPINIÓN

La libertad de ser gilipollas

26/07/2021 - 

MURCIA. Entre tantas manifestaciones ciudadanas a favor de la libertad y tantos políticos populistas defendiendo la libertad, me gustaría hablar de eso mismo, de la libertad. Palabra muy bonita, sí. Y muy mal utilizada últimamente, también.

Primero de todo deberíamos distinguir entre el individualismo y el particularismo / personalismo. Ambas actitudes defienden la libertad pero lo hacen en sentido contrario. A ver, intentaré explicarme siguiendo las ideas del intelectual español Carlos Bousoño.

El individualismo tiene en cuenta al individuo y su vinculación con el grupo al que pertenece. Digamos que se fija en la parte teniendo en cuenta el todo. Como dice El principio del daño de John Stuart Mill: cada individuo tiene el derecho a actuar de acuerdo a su propia voluntad en tanto que tales acciones no perjudiquen o dañen a otros.

El personalismo, por el contrario, se fija primero en la parte y luego, ya si eso, mira el todo. O sea, piensa en sí mismo, en lo personal y privado, teniendo escasa conciencia de la colectividad a la que pertenece y, por tanto, a la que afectarán sus acciones. Por poner un ejemplo fácil de libertad particularista: ¡reclamo mi libertad para fumar donde me dé la gana, haya niños, asmáticos o peligro de incendio! O, como yo lo llamo, egoísmo y mezquindad. Que sí, que hacer lo que me dé la gana es libertad, pero creo que no es la libertad que debemos reclamar a gritos. Porque es la libertad de los gilipollas. Y no lo digo yo, lo dice usted mismo a menudo: el gilipollas que pone música alta a las tantas de la noche, el gilipollas que deja que su perro se cague en la puerta de su casa, el gilipollas que le toca el culo en el metro, el gilipollas que aparca en la zona de minusválidos, el gilipollas que le hacía bullying en el cole, el gilipollas que conducía borracho y atropelló a alguien… Gente que ejerce su libertad a comportarse como un verdadero gilipollas, lo sufra quien lo sufra. ¿O cómo llama usted a esa gente?

Tal vez cosas peores...

Según el historiador Menéndez Pidal, el personalismo es propio de la mente primitiva, escasamente racional. Si el individualismo es racional y tiende a la centralización y el orden (como en las sociedades modernas), el personalismo es irracional e insolidario (y pone como ejemplo la Edad Media). La máxima de libertad de un personalista es hacer lo que le dé la real gana sin pensar en los demás.

Así que, por favor, pensemos en qué tipo de libertad está reclamando toda esa gente en las calles. Gente que no quiere llevar mascarilla o no quiere vacunarse. Pensemos qué tipo de libertad defienden determinados partidos y presidentas de capitales. ¿Es una libertad individual y racional que piensa en el individuo como miembro de un colectivo? ¿O es la reclamación de una libertad egoísta para los que solo piensan en su propio culo, afecte a quien afecte? ¿Es una libertad enmarcada en un contrato social o es simplemente la libertad de la selva, del sálvese quien pueda?

Yo lo tengo muy claro. Esa libertad que reclama parte de la derecha española, jugando demagógicamente con esta palabra, no la quiero. De la misma manera, no querría que la palabra igualdad, también preciosa, acabase siendo el aval de una dictadura comunista.

(Esto último no viene del todo a cuento, porque hablábamos de la libertad, pero así quedo más objetivo en mis argumentos mentando a los otros...)

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