MURCIA. Tras la amenaza de una posible subida de aranceles a los productos agrícolas españoles, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) en inglés) ha anunciado que mantiene los aranceles que impuso en octubre a la Unión Europea.
En concreto, el gobierno de Trump situó en un 15 por ciento los aranceles para los productos de aviación civil y en un 25 por ciento para productos agrícolas y otras importaciones, entre los que se incluyen el vino o el aceite, por un valor total de 7.500 millones de dólares.
Para los agricultores españoles, este acuerdo norteamericano supone un cierto alivio a una situación que preveían más dura si se hubiesen aumentado los aranceles, lo que finalmente no ha sucedido.
A pesar de haber evitado la amenaza, la Federación Española del Vino (FEV) lamenta la existencia de los aranceles adicionales: “el vino sigue siendo víctima de un conflicto ajeno que ya ha perjudicado gravemente a las bodegas españolas en un mercado prioritario como EE UU y en un momento especialmente delicado para el sector por la recesión provocada por la crisis de la covid-19”.
En esta línea se pronunciaba también el Gobierno nacional, que considera que España cumple con las reglas de la Organización Mundial del Consumo (OMC) y Estados Unidos debería retirar las medidas de represalia para buscar una solución al conflicto.
Desde el ejecutivo confían en que se alcance un acuerdo que revierta la actual dinámica en las relaciones comerciales entre ambos países, con intereses económicos mutuos, y que se retomen de forma "urgente" las negociaciones para encontrar una solución a este conflicto.
No obstante, otros productos sí sufrirán nuevas imposiciones por parte de Estados Unidos. En los cambios de la lista -que han calificado como "cambios modestos"- se han sacado productos de Grecia y Reino Unido, y se han sumado otros de Francia y Alemania. Las modificaciones anunciadas este jueves entrarán en vigor el 1 de septiembre de 2020.
"La UE y los estados miembros no han tomado las acciones necesarias para cumplir con las decisiones de la Organización Mundial del Consumo", ha afirmado el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, según recoge el comunicado de la USTR.
Asimismo, ha señalado que Estados Unidos "iniciará un nuevo proceso con la UE" para "llegar a un acuerdo que remedie la conducta que perjudicó a la industria y los trabajadores de la aviación estadounidense" y se garantice "la igualdad de condiciones para las empresas estadounidenses.