Asociación Amáfrica

La diversidad enriquece la Región: amparar a la mujer africana nutre la cultura murciana

30/05/2021 - 

MURCIA. En 2013, un grupo de mujeres que personal y profesionalmente se sentían unidas a África decidieron llevar a cabo una labor social trayendo su pasión por el continente a la Región de Murcia. Ellas estaban en contacto con un grupo de mujeres senegalesas y marroquíes que residían en la ciudad de Murcia y, conversando, detectaron la dificultad que las mujeres africanas tenían aquí. Trabas en todos los niveles: laboral, educativo, de salud, de comunicación, de rechazo y racismo, de exclusión, etc.

Beatriz Pérez es la secretaria de la Asociación Amáfrica que ella describe como “una asociación formada por voluntarias que tiene como objeto empoderar a las mujeres africanas que viven en la Región de Murcia”. Ha decidido dar voz a las integrantes de la asociación poniendo al descubierto la situación real de sus vidas.

Las circunstancias de las mujeres inmigrantes se ha vulnerabilizado aún más tras la covid-19 y la falta de puestos de trabajo para ellas: “Algunas familias han vuelto a su país de origen y las que han quedado están en una situación de precariedad y/o exclusión social”. Tener empleo no implica necesariamente salarios que permitan a los hogares llegar a fin de mes. “Si sumamos la falta de formación, los bajos salarios y el cuidado de hogar, que generalmente es llevado a cabo por la esposa, creemos que la mujer africana vive una situación de desamparo social”, explica Beatriz.

Existen dos realidades, pero en ambas el factor más determinante es la edad y el lugar de nacimiento de las susodichas. Beatriz desarrolla que, en el caso de las mujeres mayores, los puestos que suelen ocupar son de limpieza del hogar, cuidados, envasado en almacenes y recogida de frutas en el campo y la agricultura. Por otro lado, las mujeres más jóvenes, nacidas y criadas en España, a pesar de tener formación avanzada, no encuentran trabajo en sus sectores. Aunque la precariedad laboral afecta a gran parte de los españoles, el origen africano o afrodescendiente supone para ellas una barrera para ser escogidas para los puestos que solicitan, por que la mayor parte de ellas tienen trabajos temporales o en malas condiciones.

¿Se sienten bien recibidas en la Región?

 Tras estas explicaciones, cabe preguntarse cuánto de hospitalarios somos los murcianos. Cuando haces esta pregunta a las mujeres, responde Bea, ellas suelen decir que sí, que “la gente española es buena, les tratan genial, y les gusta estar aquí”. Sin embargo, si profundizamos en sus situaciones, la cantidad de dificultades a las que se enfrentan diariamente son profusas: viviendas que no consiguen alquilar por desconfianza de los caseros frente a su condición de inmigrantes; trabajos abusivos y sin contrato; falta de formación y obstáculos idiomáticos, cuya mejora es incompatible con el cuidado del hogar y la crianza.

“Todas las mujeres que emigran vienen a mejorar su condición tanto personal como laboral, cosa que no les es posible en su lugar de origen. Sin embargo, una vez aquí se encuentra con que la mayoría de las veces no son bien recibidas ya sea por su origen, cultura o religión. Esto hace que socialmente la integración conlleve un sobreesfuerzo y la adaptabilidad les suponga más trabajo”. La experiencia de Amafrica verifica que existe todavía un gran estigma sobre que las personas inmigrantes son pobres y desfavorecidas cuando la realidad no es así. Hay gente de todo tipo y muchos están bien formados personal, profesional y culturalmente. “Lo principal es que empecemos a aceptar que somos una sociedad diversa y que eso conlleva un enriquecimiento impresionante para nuestra Región y nuestro país”.

A su situación de inmigración se suma una opresión todavía arraigada: la de ser mujeres. “Para ser mujer, dedicarse a la crianza, al hogar y, en ocasiones, tener que trabajar necesitan superpoderes. Merecen ser escuchadas. Si con todo esto, son discriminadas por su raza, religión u origen su situación se torna en lo más inhumano que existe”. Las voluntarias con las participantes, juntas, se impulsan con sororidad para alcanzar sus respectivos objetivos. “Por esta razón, Amafrica está totalmente abierta a todas las personas que quieran colaborar, participar y ayudar. Nos encanta que la gente con ideas y ganas de invertir su tiempo en ayudar a los demás nos escriba”.

Talleres destinados a unificar y fortalecer culturas

“En la asociación, estamos intentando que la gente se de cuenta de la situación de la mujer africana en la Región. Creemos que aportan y enriquecen nuestra cultura, nos ayudan a abrir nuestras mentes”. En sus orígenes, la asociación comenzó llevando a cabo las actividades que las participantes más solicitaban: clases de español, acompañamiento a servicios públicos, talleres de salud y también educativos. El principal foco de actuación fue Las Torres de Cotillas.

En los 8 años que ya lleva de recorrido, Amafrica se ha moldeado a nuevas necesidades “sin perder el foco de nuestro objetivo: empoderar a las mujeres africanas de la Región de Murcia y visibilizar su cultura”. El principal trabajo actual es destacar su emprendimiento, la promoción de sus capacidades personales, laborales, académicas y artísticas, con proyectos como Vodorm, basado en la creación de cerámicas. También la realización de talleres que enaltecen la cultura de África como bisutería según la instrucción Kobo en Ghana, bisutería con tela Wax reciclada, baile senegalés y marroquí.

La concienciación es el primer paso hacia la solidaridad, conocer para empatizar. Este agrupamiento tiene a sus espaldas numerosas charlas donde se han puesto sobre la mesa temas como la mutilación genital femenina y otros aspectos (no tan crudos) de la sociedad en la que las asociadas han crecido y quieren dar a conocer. “La mejor manera para conocerlas es acercándonos”.


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