"Todo lo enérgico que es Carlos cuando sale a jugar lo es de tranquilo fuera. El tenis le hace estar muy vivo, pero cuando deja la raqueta está muy calmado y va a su bola y al ralentí", dice el primero de los Alcaraz Garfia, quien reconoce las diferencias entre ambos en lo futbolístico: "Él es del Madrid y yo del Barça y nos tiramos pullas de vez en cuando"
"Fue un tsunami de emociones que se irán digiriendo conforme pasen los días. Esto es algo histórico, que no es fácil de conseguir y que va a perdurar para siempre", dice el padre del número 1 de la ATP, profesor de tenis y que fue también jugador