Son formas de gobernar. Las urgencias matemáticas provocan que el Gobierno sea creativo o más bien acumulativo. Muchos asuntos en un mismo decreto. Ocurre que luego hay que pactar con los socios externos y hacer algún que otro cambio. Y es que se avecina un otoño duro del que nos están advirtiendo. Por no decir del bucle electoral que va a mediatizar cualquier decisión que se tome.
La ridiculez de intentar eliminar la corbata del protocolo de vestimenta del mundo occidental no puede ni debe ocultar los asuntos por los que debemos de preocuparnos y sobre todo juzgar a nuestro Gobierno.
Se avecina año electoral y los políticos se aprestan a descansar sus mentes. Pedro Sánchez se va -cree- con los deberes hechos aunque con la rémora de la condena a José Antonio Griñán y Manuel Chaves. Alberto Núñez Feijóo se siente reconfortado por las encuestas. En Unidas Podemos sigue el desconcierto con su liderazgo, en Vox están descolocados por su estancamiento y Ciudadanos bastante tiene con gestionar su futuro
El Debate del Estado de la Nación ha sido más ha parecido a un spot de la nueva campaña de la Lotería de Navidad. Todos saben de todo. Lo que vienen siendo los todólogos y los clásicos cuñaos que lo saben y analizan todo y tienen solución para todo. Lo malo es que aquí no nos valen estos spots porque es muy importante lo que nos jugamos.
Para Pedro Sánchez es la política internacional. A ella se dedica y parece que en los últimos tiempos con resultado desigual. Ahora toca ser amigo de Marruecos y desdeñar a Argelia, que anuncia represalias. Y pensar en la UE como garante y salvadora de nuestra catástrofe económica. Mientras, se trata de resistir y ningunear al nuevo líder de la oposición Núñez Feijóo y de paso marcar el paso al Jefe del Estado.
Hasta el momento Pedro Sánchez ha podido con todos. Algunos ya no están y él sigue manteniéndose, aunque a duras penas en La Moncloa con geometría variable o con lo que sea menester. De todos modos, aunque sea una obviedad, en política nunca pasa nada hasta que pasa. Y de esto Sánchez sabe un rato. Se quedó solo en su coche recorriendo las Españas y ya cumple cuatro años al frente del Gobierno.
Afirma que la guerra en Ucrania ha abierto a las sociedades europeas y que el nuevo concepto estratégico hará frente a amenazas híbridas
Vamos a tomárnoslo con humor. Más parecemos la TIA de Mortadelo y Filemón que La CIA, El MI6, El Mossad y demás agencias de información y espionaje. Ahora el presidente del Gobierno Pedro Sánchez dice que solo recibe la información del CNI y que no decide. Imagínense cómo están nuestros espías de contentos
¿Quedará algo en pie cuando echemos a Atila Sánchez? A lomos de su caballo Isidoro, el presidente galopa por todo el país destruyendo lo que encuentra a su paso. Pero el animal, exhausto de tanta correría, es inocente. Hay que crear un fondo para rescatarlo del jinete pálido
Se pueden crear espacios para diferenciar, para dividir y confrontar o por el contrario para ensanchar perspectivas. Y en estas estamos. En la última semana Pedro Sánchez se ha quedado solo en su espacio a cuenta del espionaje al independentismo catalán, Yolanda Díaz es ya un espacio en sí misma como quiere Sánchez para ningunear a Unidas Podemos y Alberto Núñez Feijoo con su efecto parece que ya tiene más apoyos que nadie
Las fechas pueden serlo todo o nada y pueden llegar tarde, muy tarde. 29 de marzo es la fecha que se ha dado el Gobierno para poner en marcha la bajada fiscal en los precios de gas, luz y carburantes. Pedro Sánchez dice que quiere esperar a las decisiones de Bruselas. Mientras, ya tenemos problemas de desabastecimiento de productos frescos por la huelga de los transportistas.
Los estados tienen "poco margen" con las bajadas de impuestos si no se desvincula el precio del gas al de la electricidad
El Gobierno iniciará también una ronda con los grupos parlamentarios y empezará con el Grupo Popular
Los usos institucionales son casi tan importantes como el contenido de los asuntos. Da igual quién detente el poder. No es de recibo que el presidente del Gobierno y el líder de la oposición no mantengan un diálogo fluido y máxime en épocas como la actual con asuntos de calado. Aquí no valen ni el orgullo personal ni la displicencia hacia el contrario.