Las fechas pueden serlo todo o nada y pueden llegar tarde, muy tarde. 29 de marzo es la fecha que se ha dado el Gobierno para poner en marcha la bajada fiscal en los precios de gas, luz y carburantes. Pedro Sánchez dice que quiere esperar a las decisiones de Bruselas. Mientras, ya tenemos problemas de desabastecimiento de productos frescos por la huelga de los transportistas.
Fechas tramposas. Desde hace meses los ciudadanos ya sufren en sus recibos de luz y gas y en los depósitos de gasolina las subidas ininterrumpidas y ahora además ha llegado la justificación definitiva con la invasión de Ucrania. Vladimir Putin es el culpable de todos nuestros males especialmente de los económicos -Pedro Sánchez dixit-. Así que no se entiende muy bien por qué hay que retrasar las rebajas fiscales o ayudas a sectores afectados hasta el día 29. Dice Sánchez que hay que esperar a Europa y sus medidas acompasadas. No vaya a ser que se nos descuadren las cuentas como parece que va a ser así. La situación económica no va a mejorar en los próximos meses y ya llueve sobre mojado con la pandemia. Así que poner fechas tardías a medidas efectivas solo hace que enfadar al personal. En especial a los sectores más afectados. Estamos hablando directamente de la cesta de la compra. Mientras, Sánchez, en su idea de que Europa marque criterios en la rebaja de precios, está recorriendo varios países para ganar adeptos y convencerles para que se apliquen medidas unitarias.
Conflictividad. Y es que cuando se producen las protestas siempre hay quien pesca a rio revuelto. Y valga el refrán porque sectores como el pesquero, el agrícola, el lácteo, el ganadero ya lo están sufriendo. La conflictividad con los paros del transporte de mercancías se ha convertido en otra disculpa. El Gobierno no quiere hablar con los autónomos del sector y solo lo hace con las patronales del sector. Y no solo se habla de rebajas fiscales sino de inspecciones demasiado exigentes con estas 200.000 empresas que generan 60.000 puestos indirectos y que llevan sus mercancías a las fábricas y explotaciones ganaderas para poder iniciar la cadena de producción y distribución. Todos los conflictos acaban orquestados o manipulados y siempre hay quien los utiliza para generar inquietud. No son tolerables los piquetes violentos ni la presencia de elementos contrarios a las protestas que acaban provocando actos vandálicos que en nada favorecen las reclamaciones de los convocantes de las huelgas
Consumidores preocupados. Y esto es real. Los lineales de los supermercados ya empiezan a notar la falta de productos perecederos como la leche, el pescado, las verduras o las frutas. En origen, los productores no pueden preparar sus productos porque no les llegan piensos, cartonajes, briks, plásticos y demás material, con lo que se interrumpe la cadena de producción y posterior de distribución. Es más, la escasez de determinados alimentos ya está provocando el encarecimiento en los precios. La semana próxima será decisiva. Al haberse roto el proceso desde el origen hasta los supermercados y tiendas de alimentación, llegan menos productos y los que llegan experimentan la subida de precios. El consumidor empieza a seleccionar lo que compra ante este incremento e incluso se retrae en el consumo de determinados productos. Se espera que el Gobierno en breve -habrá que esperar al 29 de marzo- aplique medidas que sirvan para aplacar la preocupación y para hacer más llevadera la cesta de la compra. Otra cosa son los recibos del gas y la luz y por supuesto las gasolinas. Con unos precios disparados, muchos también cambian los hábitos de transporte. Y en cuanto a la luz y el gas también se reduce el consumo. Casi parece que estemos hablando de economía de guerra. Y así es y no solo por la situación que está viviendo Ucrania. Toca mirar el bolsillo y la economía casera para intentar salir adelante.
Alberto Núñez Feijóo, el futuro líder del PP: "Las medidas se tenían que tomar mejor ayer que mañana. El Gobierno no propone nada". ¡Carta de presentación del nuevo líder de la oposición, aunque desde Moncloa, en apariencia, le miran con mayor naturalidad que a Casado!
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: "Europa tiene que hacer un reparto equitativo de las consecuencias de la guerra". ¡Como desiderátum está bien, pero es que la situación acucia en la economía y retrasar la aplicación de medidas puede ser contraproducente!
Joan Ribó, alcalde de Valencia: "La guerra y la crisis suman un embolado guapo para no optar a la reelección". ¡El exceso de locuacidad te lleva a expresiones algo inconvenientes. Pues creo que no necesita comentario. Habla por sí solo!
Josep Borrell, Alto Representante de la UE para la Política Exterior: "¡Cuidado! Estamos poniendo a una potencia nuclear en aprietos". ¡Y Putin preocupado con Borrell!
General Claudio Graziano, presidente del Comité Militar de la UE: “El plan A de los rusos ha fracasado. Su principal error de estrategia ha sido subestimar la capacidad militar y de resistencia de Ucrania” ¡Ha tenido un error de cálculo. Lo malo es que al final vencerá. Pero su preeminencia militar no evitará sus problemas económicos!
Olatz Rodríguez, gimnasta de élite: "La anorexia es un monstruo al que acabas queriendo". ¡Qué valiente. Le gustaba entrenar pero no competir. Lo pasó mal pero ha conseguido superarlo con mucho cariño de su entorno y también por su mente privilegiada. Ha escrito un libro inspirador. Se titula Vivir del aire y es muy recomendable para deportistas, para jóvenes y para padres. Ella es una chica diez!