CARTAGENA. El Pleno del Ayuntamiento de Cartagena ha celebrado su sesión de cierre de mandato de esta legislatura 2019-2023 en el Palacio Consistorial bajo la presidencia de la alcaldesa en funciones, Noelia Arroyo. La undécima legislatura de la democracia contó también como presidenta del pleno durante los dos primeros años de la misma con la por entonces alcaldesa, Ana Belén Castejón.
Será difícil quedarse con una cosa de estos cuatro años, porque el contexto local, nacional e internacional han irrumpido trastocando cualquier plan que pudieran trazar tres partidos que no estaban llamados nunca a gobernar juntos. Y es que a nadie le podía caber en sus planes que Partido Popular pactara con Ciudadanos y llegara a un acuerdo con la cabeza de lista del PSOE -Ana Belén Castejón- para impedir que la lista más votada, MC Cartagena, gobernara la ciudad en este periodo desde junio de 2019 hasta el día de hoy. Ni tan siquiera los propios concejales del partido cartagenerista podían pensar, en la peor de sus pesadillas, que no tenían amarrado ese bastón de mando que debía recoger el ya 'jubilado' Pepe López.
Un pacto en el que ni los dirigentes regionales del PSOE conocían su desenlace. Fuentes socialistas afirman que Castejón había prometido al entonces secretario general del PSOE, Diego Conesa, que dejaría gobernar a MC Cartagena y rechazaría cualquier pacto. En cuestión de horas, todo cambió y Arroyo, Padín y Castejón, ante los ojos estupefactos de la oposición, se aliaron en un inédito tripartito de gran angular desde la derecha a la izquierda.
"Las verdades como puños, y si hace falta, a la cara, que es donde hay que dárselas. Por Cartagena, siempre por Cartagena", gritaba, indignado, López a la salida del acto de investidura aquel mes de junio de 2019, ante un nutrido grupo de simpatizantes en la puerta del Palacio Consistorial.
Estaba claro que se preveía una legislatura 'caliente' entre la denominada por MC Cartagena 'la trinca' y una oposición beligerante desde el comienzo.
Pero el gran temporal que azotó al litoral aquel otoño de 2019 fue el primer detonante para que los planes saltasen por los aires. Cartagena tuvo que remangarse para atender el triste espectáculo generado por la Dana, que arrasó la costa. Y casi sin tiempo para resarcirse, todo se paralizó con la pandemia en 2020.
La alerta sanitaria condicionó los Presupuestos de 2020, pero también los de 2021, porque la atención social y sanitaria escalaron posiciones hasta convertirse en actuaciones esenciales en la ciudad y sus diputaciones. El equipo de Gobierno, a pesar de tener quince concejales repartidos en tres formaciones políticas, supo aunar esfuerzos y no escatimó ni medios ni capacidad para ser resolutivos y evitar algún duelo de 'egos' fruto de tener a tres cabezas de lista entre los gobernantes.
También la Covid-19 rebajó tensiones, porque la oposición trató casi siempre de ser colaborativa y no poner palos en las ruedas de una estabilidad que la ciudad y sus vecinos necesitaban para trata de salir de este negro y profundo pozo que nos trajo el virus, tanto en el aspecto humano como en el económico.
En 2022 llegó el relevo en la Alcaldía y Noelia Arroyo, que hasta entonces había tratado de ocupar un perfil bajo, siempre por detrás de Ana Belén Castejón, puso toda la carne en el asador. Sabía que la legislatura, su legislatura, era de tan solo dos años, pero también los dos mejores: los del fin de la crisis y la llegada de los fondos europeos Next Generation. Esta lluvia de millones ha supuesto un auténtico espaldarazo para los grandes planes en áreas como la digitalización de la Administración, la movilidad, planes de sostenibilidad turística y la rehabilitación de edificios o construcción de nuevos equipamientos. Evidentemente, le ha dado un plus que si bien no entraban en los planes de la actual alcaldesa en funciones, ella les ha sabido sacar un buen rendimiento.
También este periodo último de dos años se han vivido Plenos municipales con posturas muy enconadas entre los grandes rivales políticos, salidas de tono, insultos, descalificaciones y denuncias que en nada han favorecido a los intereses de nadie.
Unidas Podemos relevó a una de sus concejalas tras la salida de Pilar Marcos y Vox Cartagena fue una 'casa de locos' con ceses, readmisiones, juicios y dimisiones, que no ayudaban, aunque está claro, tras el resultado que han conseguido en estas últimas elecciones, que pocos, por no decir nadie en Cartagena, se dio cuenta del dislate que ocasionaron en estos cuatro años.
Todo queda, pero también todo pasa y este miércoles se disolvía el Pleno con su última sesión. Y es que a 'rey muerto, rey puesto' y el próximo sábado, 17 de junio, será la celebración de la sesión constitutiva de la nueva Corporación municipal que resultó electa en los comicios del pasado 28 de mayo. Es por ello que la sesión celebrada este miércoles ha servido también para que hicieran un balance de cierre los portavoces de distintas formaciones que han pedido el uso de la palabra.
Gonzalo Abad, de VOX, ha calificado estos cuatro años de legislatura como “intensos” y ha aprovechado para agradecer el buen trato a todos los concejales del Gobierno y de la oposición. Por su parte, Leli García, de Unidas Podemos IU-V Equo, hizo alusión a la letra de una canción de Loquillo, “No vine aquí para hacer amigos, pero sabes que siempre puedes contar conmigo”, para transmitir que se lleva buenos amigos de diferentes ideologías, y que como portavoz de una confluencia de tres partidos distintos siempre ha buscado el bien y el interés general de Cartagena.
Antes de levantar la sesión la alcaldesa en funciones, Noelia Arroyo, ha transmitido su agradecimiento desde la presidencia del pleno a toda la Corporación municipal; "por el trabajo realizado en estos años especialmente complicados". También ha dado las gracias a "todos los concejales que han sabido mantener el respeto y el diálogo a pesar de defender posiciones muy diferentes".
Por último, Arroyo ha lanzado un mensaje de especial agradecimiento a todos los compañeros del equipo de Gobierno en coalición: "Al la mayoría de ellos no los conocía antes de entrar en el Ayuntamiento y eran rivales políticos. Y ahora me siento muy afortunada de haberlos conocido en el terreno personal y también muy agradecida por su compañerismo y por su lealtad. Todos ellos se comprometieron hace cuatro años a favorecer un gobierno estable y unido hasta el último día de la legislatura. Ese día ha llegado y ese compromiso se ha cumplido fielmente. Creo que la mejor lección de estos cuatro años es la importancia que tienen las personas para hacer política, sobre todo cuando se hace política cerca de los vecinos".