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La cartagenera Crusol encuentra su nicho en las cubiertas solares para comunidades de vecinos

La compañía cartagenera nació en septiembre del año pasado con el objetivo de hacerse fuerte en las ciudades. Un proyecto que, según Santiago del Álamo, ayuda a generar tejido empresarial en Cartagena.

8/06/2020 - 

CARTAGENA. Aunque la pandemia que vivimos ha paralizado nuestros planes de futuro, ha desviado la atención mediática y ha puesto la salud por encima de todo, hay un factor que sigue moviendo conciencias: mejorar nuestro medio ambiente. Las últimas medidas a nivel estatal se encaminan a reducir la dependencia energética de las energías no renovables y potenciar otras como la solar o la eólica. España, por su clima a lo largo de todo el año, es un gran escenario para ello. Y muy especialmente, Cartagena en particular y la Región en general. Prácticamente a lo largo de todo el año hay sol, lo que beneficia sobremanera a la energía solar.

Ese interés estatal por potenciar las energías solares debe ir acompañado por iniciativas del sector privado que permitan, una vez adaptado el sistema legislativo, que la energía solar no solo crezca a nivel empresarial, sino también a nivel vecinal. Y es aquí donde entra en juego una empresa como Crusol, que quiere afianzarse en las ciudades para equipar a las comunidades de propietarios de instalaciones de energía solar. “Una vez que se elimina el llamado ‘Impuesto al Sol’, decidimos aventurarnos para crear Crusol”, afirma Gonzalo Cruzado, socio junto a Miguel Martínez de esta empresa cartagenera con menos de un año de vida.

Un camino, el del emprendimiento, que sigue siendo muy complicado para los emprendedores españoles. “Bajo mi experiencia, los principales problemas son el apoyo financiero y las políticas gubernamentales. El acceso a financiación sigue siendo el principal escollo para emprender”, afirma Santiago del Álamo, experto en cultura emprendedora e innovación, con más diez años como analista de Start Ups en el CEEIC. “No debemos inventar nada nuevo,  tan solo tener la vista puesta en quienes lideran estos parámetros, es decir, Japón , EEUU o, sin salir del continente, Suiza, Alemania o Irlanda que son los países que, sin olvidar otras cuestiones culturales que influyen y socioeconómicas, debería ser referente para España”, añade Del Álamo, que también es coordinador de proyectos como la FLL Fisrts Lego League, uno de los mayores proyectos de promoción de valores STEAM del mundo (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas).

“Previamente nos informamos en el CEEIC (Centro Europeo de Empresas e Innovación Cartagena), porque nosotros somos ingenieros y desconocíamos un poco esto. El CEEIC en este sentido conoce mucho más para orientarnos en este sentido”, afirma Gonzalo. “Nuestra labor es ayudar en lo que nos compete y redirigir y agilizar el trámite en toda aquella materia que no alcanzamos. Somos en cierta medida como facilitadores de ciertas gestiones en materias burocráticas y financieras”, comparte Del Álamo, fundador y colaborador también de la red de Business Angel de la Región, MURCIABAN.

No es fácil comenzar un proyecto y que a los pocos meses veas parada tu actividad. Crusol nace en septiembre de 2019 y en marzo, como toda la actividad empresarial, tuvo que parar. “Por el tema de la seguridad, no era muy factible seguir trabajando. Especialmente por los clientes, que mostraban recelos de que fuéramos a trabajar. Dentro de lo malo, al ser una empresa pequeña aún, no hemos tenido mucha pérdida de capital. Si nos llega a pasar con cinco años de vida, hubiéramos sufrido más”, afirma Cruzado, socio fundador de Crusol.

Pasado lo peor de la pandemia, al menos de momento, Crusol comienza a reactivarse. Uno de los productos estrellas de la empresa es lo que, desde la propia Crusol, llaman “una especie de leasing”. Consiste en que, desde Crusol, realizan la instalación en la comunidad de propietarios y se la quedan durante seis años. Posteriormente, pasa a ser propiedad de los vecinos. Durante esos seis años, van pagando la factura de luz que generan y, posteriormente, pasan a ser autosuficientes. “Confiamos tanto en nuestro producto que realizamos esta oferta a nuestros clientes. Las comunidades pagan cero euros por tenerla esos seis años. Nuestro margen viene de la instalación y de la factura de luz que pagan durante esos años”, señala Gonzalo.

Proyectos como el de Crusol son en opinión de Del Álamo los que tienen un futuro prometedor, por toda la inercia que genera la nueva mentalidad ‘verde’. “El mundo cambia deprisa y proyectos como CRUSOL son un valor para afianzar ese cambio. Entre esos cambios que el mundo exige hoy se puede encontrar mucha terminología; digitalización, industria 4.0...pero me quedo para definir el interés general que para mí despierta CRUSOL, me quedaría con el término soberanía energética. Es decir, recuperar la soberanía y el poder desde la raíz del pueblo en términos como la energía”.

“Seguimos viendo recelo a la hora de apostar por las energías renovables. Sigue habiendo respeto a la hora de confiar el dinero en algo que desconoces. Nuestra función también debe ser la de educar e informar. Sigue habiendo mucha desinformación en este ámbito”, señala Gonzalo Cruzado. El socio de Crusol observa que la gente de más edad es la reticente a ‘aventurarse’ en este tipo de instalaciones. “Es cierto que existe concienciación medioambiental, pero por franjas de edad. Puede ser que con esta pandemia hayamos ganado en conciencia social”, asegura Cruzado.

Aventuras empresariales como la de Crusol son las que ayudan a crear tejido empresarial desde Cartagena, afirma Santiago del Álamo. “La sociedad cartagenera es emprendedora desde siempre a pesar de esa etiqueta poco emprendedora que muchos han querido poner sobre ella. Yo siempre la he visto desde la óptica de Licor 43 y su presencia en medio mundo , de SRG Tecnología y procesos  desarrollando tecnología para los fórmula uno del mar, los Copa América. A Puertas Padilla poniendo puertas cortafuego en medio mundo o  a Dos Farma despertando el Espíritu Start UP entre los jóvenes. Siempre  he visto retratada la ciudad desde el espíritu de su propia idiosincrasia de reconstruirse a si misma tras mil y una batallas, conquistas, luchas...”, señala. En época de crisis, y con un mundo que nos pide un respiro, Crusol apuesta por la energía solar.

 

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