CARTAGENA. La exalcaldesa de Cartagena Pilar Barreiro concedió una entrevista la semana pasada a la periodista Ruth García, en la Cadena SER, para hablar sobre la reciente sentencia que obliga al Ayuntamiento a indemnizarla por los gastos judiciales que afrontó durante los procesos en los que resultó absuelta. En un recorrido por su trayectoria política y personal, Barreiro reflexionó sobre los daños sufridos, su legado en Cartagena y su vínculo actual con la política.
Barreiro destacó que, tras más de una década de procesos judiciales, considera probada su inocencia frente a todas las acusaciones de corrupción, aunque la sentencia sobre el pago de sus gastos de defensa aún puede ser recurrida ante el Supremo. Recordó que estas acusaciones no solo afectaran su vida personal y económica, sino que también truncaron su carrera política de forma abrupta. "Se utilizó la vía penal, porque era la más dura, como herramienta para acabar conmigo políticamente y llamar la falta de acción de algunos alcaldes -en referencia a Pepe López y Ana Belén Castejón- que me sucedieron y que estuvieron escasamente dos años", explicó.
Añadió que tuvo que poner toda su capacidad de ahorro y la de personas cercanas a ella y familiares "que me dejaron dinero, lo que hizo posible que yo fuera pagando, además de la generosidad de los abogados que confiaban en mí. Pero eso no es que sea lo de menos, ni muchísimo menos. Es que te da la fuerza, te la da la convicción de haber actuado honesta y honradamente, y eso a veces es más difícil para los que tienes alrededor que para ti mismo, eso es lo que me ha tocado vivir, desgraciadamente, y eso es lo que algunos entienden por política, es decir, machacar al contrincante hasta que no tenga capacidad de reacción ni moral, ni financiera, ni política".
Cuando se informa de que esos 90.000 euros los van a tener que pagar los cartageneros, después de la sentencia a su favor y contra el Ayuntamiento, Barreiro recordaba, en la entrevista a la SER, que recurrir para los dirigentes sale barato porque lo paga el Ayuntamiento, "pero en mi caso era yo la que me hacía cargo de mis defensas. Cuando oigo que es que le va a tocar pagar a los cartageneros lo que le toca pagar al Consistorio es aquello que yo me tuve que gastar. Yo no voy a ganar un duro con esto porque he presentado todas las facturas de los abogados. Por lo tanto, a mí lo que se me va a pagar es lo que yo me gasté en defenderme. de acusaciones que eran falsas, que eran utilizadas por dos personas para medrar en la política".
Barreiro añadía que siempre ha estado a disposición de la ciudad y de la actual alcaldesa, Noelia Arroyo, y brinda su mano para cualquier consejo, duda o propuesta. "Me preocupo por esta ciudad, porque la quiero muchísimo no habiendo nacido aquí, y pongo a disposición de mi partido, en el que milito, y además a disposición de la alcaldesa en este caso, puesto que es la alcaldesa de la ciudad. Así como yo en mis tiempos acudí a los alcaldes que habían pasado por ese sillón para pedirles consejo, un consejo de manera objetiva, porque ya estaban todos retirados de la política, bueno, pues es lo que yo puedo aportar".
La exalcaldesa confesó a la periodista haber sufrido la llamada "pena del telediario" y un deterioro personal y profesional que la llevó a hipotecarse para costear su defensa. A pesar de las dificultades, aseguró haber mantenido su fortaleza gracias a la convicción de haber actuado honesta y honradamente. "Sabiendo que yo no he cometido ningún delito, que yo había trabajado siempre, siempre por el interés general", recordó, al tiempo algunos de los hitos logrados durante su época como alcaldesa de Cartagena, como la peatonalización del casco histórico, la recuperación del Palacio Consistorial y la puesta en marcha de proyectos estratégicos como el Auditorio El Batel o el Palacio de los Deportes. "Había puesto en marcha un programa, un proyecto a medio y largo plazo que tuve la inmensa suerte de poder llevar a cabo. Se habla de la gran revolución en la ciudad en los tiempos en que yo estuve, además de decisiones políticas como la descentralización. que se hizo en mis tiempos y con un gobierno dirigido por mí y apoyado por el Partido Popular".
Barreiro sigue militando en el PP, aunque criticó la falta de apoyo institucional del partido durante su calvario judicial. Considera que, no tanto en su caso, sino en el de muchos alcaldes perfectamente anónimos que "han tenido que dejar su casa, han tenido que hipotecar su casa, han tenido que defenderse, luego han sido declarados inocentes, es el momento de que el partido diga: no, este no es un partido de corruptos, este ha sido un partido de denunciados. Algunos han sido condenados, pero hay muchísimos más anónimos que han pasado por esto, han sido declarados inocentes, y yo creo que el partido debería poner nombres y apellidos a estos héroes. La política municipal es muy dura, porque no todo el mundo te ve bien, no todo el mundo te agradece lo que haces, no todo el mundo reconoce lo que haces y sin embargo han pasado por lo que han pasado".
La exalcaldesa subrayó que no se arrepiente de sus 20 años como alcaldesa de Cartagena, un período en el que logró mayorías absolutas consecutivas. "Yo no me arrepiento para nada. Es más, yo me siento tan orgullosa y tan satisfecha de que cada vez que iba a las urnas había una inmensa mayoría de gente en Cartagena que confiaba en mí y que ponía su futuro en mis manos. Y, por lo tanto, eso produce una satisfacción innegable. Es un hecho único en Cartagena: un alcalde, 20 años, ganando con mayorías absolutas.
Cuando fue interrogada respecto a su visión actual de la política, Barreiro explicó que es básico apoyarse en la militancia: "Es vital en un proyecto político y en un triunfo político en las urnas. Son las voces -las de la militancia- que defienden los proyectos del partido en todos sitios: en el trabajo, en el bar, en la cafetería, en el colegio de los niños Esos son los militantes, y por eso hay que estar muy cerca de ellos y apoyarlos muchísimo". Al preguntarle por Fernando López Miras, pasó de puntillas, aunque con un tono sarcástico: "Pues de aspecto está muy bien, porque está muy bien, se le ve muy bien".
Barreiro también hizo una reflexión personal sobre la situación de Cartagena, actualmente gobernada por su compañera Noelia Arroyo. Cree que los ciudadanos necesitan ilusionarse con planes de futuro a medio y largo plazo, "perfectamente reflexionados, que hagan que tú pienses que tu ciudad puede alcanzar cotas increíbles". Aunque no planea regresar a la política activa, Barreiro sigue vinculado emocionalmente a Cartagena. Relató cómo pasea por la ciudad, observa su estado y reflexiona sobre mejoras. "Tengo la cabeza muy activa. Pero paseo mucho por la ciudad y me pone mala cuando veo una papelera llena y no la han recogido, y me pongo mala cuando veo suciedad, porque eso era a mí una cosa que me llevaba fatal. Tener la ciudad arreglada, limpia, lozana y con proyectos a medio y largo plazo hacía que se ilusione la ciudadanía por la ciudad".