MURCIA. Gimme Sabor, la startup murciana que ha sido seleccionada como una de las 100 startups que marcarán el futuro de la alimentación, está potenciado el crecimiento de su negocio con la vista puesta en la internacionalización, para lo que está aprovechando al máximo su presencia en el Silicon Valley coreano como una de las compañías seleccionadas para participar en el 'K-Startup Grand Challenge'. Además, acaba de cerrar una ronda de financiación para ganar músculo de cara a esta expansión.
En concreto, este programa ha facilitado que la compañía anteriormente conocida como Guimarana pueda introducirse en el mercado coreano, pues se encuentra acelerando su negocio en Pangyo Techno Valley desde el mes de septiembre hasta esta Navidad, que acaba la primera fase de su estancia. No obstante, aspira a ser una de las 20 seleccionadas para participar en la segunda fase, por lo que volverían al país asiático de enero a abril en caso de ser escogida.
No en vano, este programa cuenta con la ayuda del Gobierno coreano y facilita la burocracia y los contactos con los clientes para empezar a hacer negocios in situ, lo que tiene una relevancia especial dado que se trata de un país muy industrial con mucha experiencia en la manufacturación de comida.
"Contamos con esa experiencia de sabores y de formulaciones y creemos que tenemos un buen producto para que las empresas puedan crecer porque aportamos fórmulas nuevas para tener un alimento con etiqueta limpia, sin alérgenos ni aditivos", explica Víctor García, CEO de Gimme Sabor, en conversaciones con Murcia Plaza.
En este sentido, destaca que su presencia en Corea está resultando especialmente fructífera, pues en tres meses han mantenido más de 40 reuniones y cuentan ya con 22 acuerdos, mientras que 5 empresas han empezado ya a probar sus ingredientes para decidir si los implementan en la producción. De hecho, su objetivo es que en la primavera del 2025 se elaboren los primeros productos desarrollados con la participación de esta empresa murciana.
Para potenciar esa expansión internacional que tan clave resulta para el crecimiento de la startup, Gimme Sabor cerró el pasado mes de julio un búsqueda de capital. La ronda, de la que aún no ha trascendido la cantidad exacta, ha sido liderada por Proveg, una organización internacional experta en invertir en productos veganos y plant-based, pues tiene como objetivo principal reducir el consumo mundial de animales en un 50% para 2040.
Gracias a este apoyo, la empresa podrá ampliar su equipo y mejorar su capacidad de producción y desarrollo. Además, seguirá impulsando el apartado comercial, pues está ya presente en cinco países de Europa y el objetivo es crecer en el centro del continente, con Alemania y Suecia en el punto de mira. Asimismo, está potenciando el ya mencionado mercado asiático, que es un mercado muy importante por la gran cantidad de población que alberga y porque es una región muy dependiente de la importación de alimentos.
Esta firma, si bien es especialmente conocida en el gran público por sus saborizantes veganos, ha desarrollado especialmente su gama de ingredientes plant-based, que está destinada sobre todo al negocio B2B, es decir, a que sus productos sean aprovechados por otras empresas de alimentación. De hecho, su intención es llegar al consumidor global, no solo a la población vegana.
"A nosotros nos preocupan dos cosas. Una es la insostenibilidad de los productos de origen animal, porque estamos consumiendo muchos recursos para alimentar a la ganadería y queremos ofrecer alternativas con menor impacto ambiental. La otra es que queremos que nuestra comida esté rica y se pueda disfrutar. Queríamos hacer alimentos que fueran sostenibles y que fueran fáciles de consumir", añade García. En este sentido, destaca que ya está proveyendo de atún vegetal a una compañía gallega, o que está preparando un pesto vegano para una empresa de salsas.