El pasado sábado, en Castelló, en L'Espai d'Art Contemporani, se celebró una nueva sesión, en el marco de la sexta edición de Castelló Violeta, a cargo del Liceu de Dones. En esta ocasión se habló del magnífico ensayo de Isabel Serrano Durán, Los Muros del Silencio, que aborda la situación que sufrieron las mujeres represaliadas bajo la dictadura franquista. Isabel Serrano Durán es licenciada en Sociología, Ciencias Políticas, y de la Administración por la Universidad Pablo de Olavide. Es creadora de contenidos políticos y sociales, y responsable de la Comunicación y Estrategia Digital de la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Diaz.
El intenso trabajo que ha desarrollado Isabel Serrano Durán con este libro ha sacado a la luz el sufrimiento de miles de mujeres anónimas, ha puesto voz a quienes decidieron callarse, a quienes perdieron la vida. Ha visibilizado a las invisibles. Porque, una vez más, las mujeres han sido solas, silenciadas en lo terrible, olvidadas, invisibles ante la muerte, la cárcel, el sometimiento, los abusos y la represalia.
Mujeres víctimas del franquismo más cruel, víctimas de los discursos y las acciones de odio, de las humillaciones más fuertes, del acoso y los abusos. Mujeres bisabuelas, abuelas, madres, hijas, hermanas, amigas, vecinas…. Mujeres que fueron aniquiladas, también en el espanto, de la historia de la guerra y la maldita postguerra.
Fernando Taborda
Vivieron en silencio el horror de la dictadura, el horror de la sociedad dependiente del depredador, del cazador del enemigo, de los rojos y de las rojas. Fueron asesinadas, sufrieron la prisión propia, la de sus parejas y maridos, la soledad y la máxima precariedad económica y social. Fueron marcadas a hierro por la represión, perseguidas, vigiladas. Fueron violadas, vejadas y hasta rapadas para ser señaladas con el desprecio y la arrogancia de quienes se creyeron vencedores de una guerra injusta.
Revivir tanto dolor sumió a la mayoría de estas mujeres y sus familias en un silencio que ha permanecido guardado celosamente a lo largo de los años. Hoy, todavía, siguen existiendo demasiados muros de silencio. La historia no se está escribiendo con perspectiva de género. Las mujeres no tuvieron más remedio que callar, por miedo y para proteger a sus familias, aunque nunca se resignarían a perder la dignidad. Fueron despojadas de derechos, de libertades, de bienes, propiedades y negocios. Eran esposas, parejas y viudas, pero también eran concejalas, sindicalistas, maestras, abogadas… y dirigentes y militantes de partidos políticos y movimientos de la izquierda.
Había que comer todos los días, por lo menos una vez, había que criar a las hijas y los hijos… y había que trabajar en los peores trabajos, la limpieza y la asistencia al señorito de turno y su familia. Eran sometidas de las maneras más crueles, rapadas y humilladas, frotaban con lejía pura el suelo de los locales de la falange, desfilaban con harapos y con la tristeza a cuestas. Pero, a pesar de todo, no bajaron la cabeza. Y, en los peores casos, perdían a sus hijos, niñas y niños robados, arrebatados por el régimen, y entregados en adopción a las familias franquistas. Hoy, este tema, aún no está resuelto, a la espera de una legislación que permita a las familias conocer su verdadero origen y su familia biológica, saber quienes fueron sus madres, aquellas mujeres a quienes les dijeron que su bebé nació sin vida.
Victor Balanon
Isabel Serrano Durán ha encendido las luces de tantas atrocidades, denunciando y reivindicando mediante una exhausta investigación y documentación. Gracias a su trabajo podemos sentir junto a estas mujeres, escuchar sus relatos del horror que sufrieron, acompañándolas en su dolor y desesperación, y conociendo su miedo. Junto a este trabajo, difusión, investigación, Isabel Serrano Durán ha aportado una Bibliografía donde las mujeres autoras ocupan un lugar predominante. Es necesario que más mujeres escriban sobre mujeres para rescatarlas del olvido, para nombrarlas, reconocerlas y recuperarlas. Esta sociedad y sus instituciones públicas deben un gran homenaje a las mujeres de la postguerra, a las víctimas de una dictadura que se prolongó cuarenta años. Merece que se haga justicia.
Buena semana. Buena suerte.