MADRID (EFE). La diferencia entre la pensión media de jubilación y la pensión mínima, en el supuesto de jubilados con cónyuge a cargo, se ha ampliado en los últimos años pese a las mayores revalorizaciones de éstas últimas debido, entre otros factores, al incremento de la cuantía de las nuevas altas.
Según los datos de la Seguridad Social, en 2018 la pensión media mensual de jubilación fue de 1.090,7 euros frente a los 810,60 euros mensuales (11.348,4 en cómputo anual de 14 pagas) de la mínima de jubilación en el supuesto de mayores de 65 años con cónyuge a cargo, una diferencia de 280 euros o del 25 %.
En 2022, esa diferencia era de 364 euros o del 29 % con 1.254 euros de pensión media de jubilación frente a 890 de mínima (12.467 euros en cómputo anual de 14 pagas), una brecha que se mantiene en términos relativos mirando los datos de septiembre, últimos disponibles.
En ese mes, la pensión media de jubilación del sistema ascendió a 1.376,4 euros, un total de 410 euros más que los 966,2 euros al mes de esa mínima con cónyuge a cargo para mayores de 65 años (13.526,8 euros al año).
En 2018 dejó de aplicarse el 0,25 % de revalorización automática incluida en la reforma de pensiones del PP de 2013 y se comenzó una senda de subidas vinculadas al IPC, así como un incremento adicional para las mínimas que se ha reforzado en la última reforma de pensiones en aras de garantizar unas cuantías dignas.
Teniendo en cuenta solo las revalorizaciones con la inflación, las pensiones han subido un acumulado que ronda el 17,6 % a lo que se han sumado incrementos adicionales para las mínimas.
Pero, junto a estos incrementos, la cuantía media de las pensiones de jubilación reflejan cada año las nuevas altas de cotizantes con salarios más elevados.
Así, la cuantía de las nuevas altas de jubilación ha subido un 9 % en el periodo hasta los 1.439 euros de media, según los últimos datos disponibles que elevan hasta 1.500 euros la media en el caso de las demoradas, aún minoritarias pero más elevadas.
Este conjunto de factores han llevado a que la pensión media de jubilación acumule desde 2018 un incremento del 26 % y que la media del sistema (que incluye incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y favor familiar) roce ya los 1.200 euros tras incrementarse en ese mismo porcentaje con alzas ligeramente superiores en el caso de las de viudedad o en favor de familiares.
No obstante, persisten importantes diferencias entre los distintos tipos de pensión y respecto a las mínimas, una situación que se abordó con las medidas recogidas en la última reforma de pensiones.
Así, se incluyó una mejora de estas pensiones inspirada en la evolución del salario mínimo con una senda de convergencia para que suban un porcentaje adicional a la revalorización anual ligada al IPC.
El objetivo es que estas cuantías suban hasta converger con el 60 % de la renta mediana de un hogar con dos adultos en 2027 (tomando como referencia la pensión mínima con cónyuge a cargo).
En septiembre, se abonaron 2,1 millones de pensiones mínimas en sus distintas categorías, que suponen el 21,4 % del total. La mitad, 1,25 millones son de jubilación seguidas de 596.361 de viudedad.