MURCIA (MP). Llevan años esperándolo y cada vez está más cerca. La Romería de la Salud, una de las fiestas principales de la pedanía lorquina de La Hoya, podría convertirse pronto en una Fiesta de Interés Turístico Regional, tras el espaldarazo conseguido por el Ayuntamiento de Lorca y la totalidad de los partidos políticos representados en ella.
La Asociación de Mayordomos de la parroquia de La Hoya ha decidido iniciar el expediente pidiendo que la romería sea declarada de Interés Turístico Regional, tras contar con el apoyo de cerca de una veintena de asociaciones y entidades de dicha pedanía, y después de que a finales del mes de octubre el pleno del Ayuntamiento de Lorca expresase su respaldo a dicha romería, consiguiendo una rara unanimidad que unió a PSOE, PP, Vox, Izquierda Unida-Verdes y Ciudadanos en defensa de esta tradición, infirma Europa Press.
La Romería de la Salud se celebra en La Hoya (con 4.000 habitantes, la pedanía más populosa de Lorca) desde tiempo muy lejano; se trata del único lugar de España del que se tiene referencia de que continúan celebrando la Navidad hasta el mes de febrero.
Las fiestas en honor a la Virgen de la Salud comienzan a principios de diciembre, cuando los vecinos y vecinas de La Hoya suben a la sierra de Tercia, enclavada en Sierra Espuña, para recoger a la patrona y bajarla a la pedanía.
Después de las Navidades, el día 2 de febrero, "nieve, llueva o truene", miles de personas, provenientes de La Hoya, de numerosos puntos de la Región de Murcia e incluso de provincias vecinas como Alicante o Almería, comienzan la romería para devolver a la Virgen a su santuario entre las montañas.
El acto que opta a ser declarado de Interés Turístico Regional reúne los principales elementos del tipismo lorquino y murciano, como las cuadrillas, los trovos improvisados, los bailes regionales y la típica 'subasta de la tortada': un gigantesco pastel de ocho alturas por el que se han llegado a pagar hasta 9.000 euros en un auténtico desafío entre los vecinos.
Todas estas son las señas de identidad de una fiesta singular, con más de cien años de historia, que mantiene intactos sus orígenes pese a las innovaciones que se han introducido poco a poco; una fiesta que ya se conoce en toda la Región de Murcia y que se pretende que ocurra lo mismo en el resto de España.