CARTAGENA. Rogelio García Galindo formaba parte del paisaje, de la vida, del espíritu y, ya también, de la historia de Cabo de Palos. El escritor, que cada verano instalaba una mesa con sus libros en el Paseo de la Barra, ha fallecido a una avanzada edad que no le impedía, sin embargo, seguir charlando cuando podía sobre un sinfín de temas con todo aquel que se le acercaba. La noticia de su muerte ha sido comunicada por la Asociación de Vecinos de La Manga del Mar Menor en sus redes, donde se le ha querido rendir un homenaje.
Cualquiera que haya frecuentado Cabo de Palos se acordará de don Rogelio, quien ya al atardecer instalaba su mesa con un gran número de novelas que él mismo había escrito. Eran muchos los que, llegados de distintos puntos de España, se detenían con curiosidad para interesarse por su obra; y los que, verano tras verano, ya saludaban con cariño al escritor siempre dispuesto a una buena conversación.
Fueron numerosas las obras publicadas por el escritor, que tiene una reseña en la página de Murcia Región Digital, donde se destaca que tras "una vida dura y difícil debido a las consecuencias de la Guerra Civil Española, Rogelio ha guiado su andadura de los últimos años por el mundo de la poesía y la narrativa". Cuenta que el escritor, nacido un 12 de abril de 1931 en Orán (Argelia), era hijo de un matrimonio de emigrantes que en 1936 regresó a España, justo en el momento en el que se desencadenaba la contienda civil.
"Su infancia fue muy dura debido a la guerra y a los efectos de la posguerra. La precaria situación económica que atravesaba su familia hizo que comenzará a trabajar muy joven, con 9 años. En aquel tiempo ayudaba en el campo como pastor de ovejas o mulero en La Puebla de Cartagena, entrando a formar parte de las plantillas de obreros en las minas de la Sierra de La Unión", informa Región de Murcia Digital. "A los 19 años aprendería a escribir en clases nocturnas, y se adentró en una de sus grandes pasiones, la literatura, adquiriendo también formación de maestro industrial", añade.
A finales de los años 90, Rogelio García, ubicado ya en Cabo de Palos, comienza su producción literaria. Desde entonces, publicó una decena de obras de poesía y narrativa, "alguna de ellas llegando a una tercera edición y todo ello sin contar las obras inéditas que suman alrededor de cuarenta obras más". Además, regentó un bar en donde ahora está la cafetería Busquets (con dos miniboleras en su interior), que llevaba con su mujer. Dicen con nostalgia quienes lo frecuentaba que eran dos buenos cocineros.
Don Rogelio participó, por otra parte, junto a otros once poetas en las I Jornadas de Poesía sobre el Mar, celebradas en Cabo de Palos, siendo uno de sus poemas seleccionado en el Centro de Estudios Poéticos de Madrid, donde han participado más de mil poetas de los cinco continentes.
Rogelio García, que llegó a convertirse en uno de los autores más emblemáticos del Campo Cartagenero, es uno de los personajes de Cabo de Palos que aparece en el documental Los últimos fareros.