Foto: EFE/Ana EscobarMURCIA (EFE). España es uno de los países que más tarda en que el medicamento pueda llegar a la prestación farmacéutica pública, alrededor de 600 días -frente a los 180 que marca una directiva europea- y solo dispone del 58 por ciento de los fármacos que se aprueban en la Unión Europa.
Así lo ha asegurado José Ramón Luis Yagüe, director del Departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, durante su intervención en la mesa redonda "Desafíos en el desarrollo y acceso a nuevos tratamientos para el cáncer, en el marco del VI Congreso de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana.
José Ramón Luis Yagüe ha recordado que la investigación y el desarrollo de medicamentos es un "proceso largo", de más de diez años y en el que se investigan miles de células para que solo una permita acceder a un tratamiento, que tiene un coste de unos 2.000 millones de euros.
Ha destacado que España es líder, junto a Estados Unidos, en la investigación en fases tempranas, pero "lamentablemente no en todas las comunidades autónomas y nos gustaría que se extendiera para que los pacientes tengan un mayor acceso a un ensayo clínico".
Una vez se ha desarrollado el medicamento debe tener un acceso a los pacientes y aquí, asegura, hay una "mala noticia" porque "lamentablemente" en España solo está disponible el 58 por ciento de los medicamentos que se aprueben en Europa, y la mitad de estos (51 %) tiene restricciones y limitaciones.
Además, ha añadido, en España se tarda alrededor de 600 días en que el medicamentos pueda llegar a la prestación farmacéutica pública, cuando en otros países como Alemania lo hace en 100 días.
"Somos uno de los países que más tardamos en incorporar la innovación", ha subrayado el experto, quien ha abogado por mejorar el acceso al medicamento y que se cumplan los tiempos marcados por una directiva europa, que son 180 días.
Por otra parte, ha dicho que el "escenario es muy positivo" en el sentido de que se han mejorado las técnicas diagnósticas y los abordajes terapéuticos y se avanza en la medicina de precisión y en el uso de la inteligencia artificial (IA) o las bases de datos para predecir los riesgos de determinados tipos de cáncer.
También ha subrayado que "otros retos" son el problema con el precio de los medicamentos, ya que es necesario avanzar en que puedan ser financiados en función de sus indicaciones y que esta financiación se vea "no como un gasto, sino como una inversión en salud".
El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital General de Elche, Álvaro Rodríguez, también ha subrayado que la genómica y la medicina de precisión ha permitido tener herramientas de diagnóstico y el desarrollo de moléculas dirigidas a las dianas de la enfermedad.
Respecto al acceso a los fármacos, ha indicado que su aprobación, financiación y acceso a los mismos es un proceso "muy complejo" y en España se produce una "injusticia" respecto al tiempo medio deseable esperando la financiación del fármaco por sistema público y también de "inequidad" en el acceso al mismo.
Ignacio Gil-Bazo, jefe dle Servicio de Oncología Médica del Instituto valenciano de Oncología (IVO), ha lanzado un mensaje de "esperanza" porque "nunca jamás en la historia de la medicina hemos tenido acceso al grado de innovación terapéutica que tenemos hoy en día".
"Tenemos pacientes curados de cáncer metastásico" gracias a la innovación del tratamiento de inmunoterapia en algunos tipos de cáncer, ha señalado Gil-Bazo, quien ha lanzado un segundo mensaje "más descorazonador" que tiene que ver con el "notable envejecimiento de la población, que va ligado con la posibilidad de generar neoplasias".
El oncólogo ha señalado que los recursos "son finitos" y no se puede dar todo a todos los pacientes, lo que genera "situaciones complejas", y para ello, indica, "no tenemos un sistema equitativo que garantice el acceso a toda la innovación terapéutica".
Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, Andrés García Mongars, ha apelado a que exista una mayor colaboración con la farmacia comunitaria, que está "en todos los barrios" y hay que tenerla en cuenta como un "factor multiplicador en primaria".
"Al final la innovación también es cómo nos coordinamos y colaboramos en todos los proyectos conjuntos", ha indicado García Mongars, quien también ha indicado que la colaboración entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria permitiría a los pacientes no tener que ir a los hospitales para recoger su medicación.
