la obra de martín Lejarraga es un ejemplo de geotermia 

El edificio de la Plaza del Rey de Cartagena que roza el cielo: cerámica azul para una arquitectura sostenible

21/11/2021 - 

MURCIA. Hay que mirar al cielo de Cartagena para contemplar una de las reformas más singulares que se ha realizado últimamente en la ciudad portuaria. Si uno se encuentra en la Plaza del Rey y echa la vista arriba, desde El Rincón de Pepe, podrá ver cómo el rehabilitado edificio histórico Tívoli -con un estilo en el que prima un rigor geométrico de orden militar- se encuentra coronado por un volumen cuyo acabado sinuoso de cerámica de color 'azul bebé' reluce bajos los rayos del sol. Y si tocar el cielo es sinónimo de alcanzar el éxito, esta obra realizada por el estudio de arquitectura Martín Lejárraga lo hace, y no sólo por los tonos celestes y cambiantes de su nivel superior; también por haber sido finalista en los premios FAD 2019 y en los XVIII Premios ASCER en la categoría de arquitectura, además de haber aparecido recientemente como referente del uso de la geotermia en un reportaje de la revista Hola!, así como del uso de la cerámica en el Mediterráneo en la publicación especializada AD.

Esta última subraya los beneficios de utilizar la cerámica en la arquitectura para combatir el asedio del sol y aplacar el calor en un lugar abierto y peatonal como la Plaza del Rey. Así lo entendió el estudio de Martín Lejarraga cuando acometió la rehabilitación y ampliación del edificio Tívoli. De hecho, el estudio ha dejado en otras muchas obras su impronta en el uso de este material, que permite una gran versatilidad en el diseño, así como en los acabados, las texturas y las formas. Se trata, además, de una solución sostenible, duradera y resistente, que requiere poco mantenimiento. 

Fotos: David Frutos para Martín LejarragaPor otro lado, Hola! muestra este mismo edificio como ejemplo de que la geotermia (energía en forma de calor situada bajo la superficie sólida de la tierra) no es exclusiva de las viviendas con terreno, sino que también puede utilizarse en edificios residenciales. Así lo ha demostrado Martín Lejarraga Arquitectura, que ha implementado "una serie de medidas y estrategias sostenibles para hacer del conjunto una construcción más eficiente, entre las que se encuentra la instalación del sistema de geotermia para abastecer a cada una de las viviendas de climatización y agua caliente sanitaria". 

Recoge la publicación que este sistema fue el primero en utilizarse en la Región de Murcia para un edificio residencial -la obra se realizó en 2018-, lo que evidencia "la novedad que supone la utilización de la energía geotérmica en España y mucho más en rehabilitación de edificios residenciales", según declaraciones del arquitecto del estudio cartagenero José María Mateo. Esta intervención le valió al estudio el reconocimiento a la sostenibilidad en los Premios de Arquitectura de la Región de Murcia.

La intervención

Fotos: David Frutos para Martín Lejarraga

Se trataba de rehabilitar este céntrico edificio de principios del siglo XX a través de la recuperación y conservación de sus cualidades históricas y arquitectónicas, subrayando el valor de sus características únicas y revitalizando tanto el edificio como el área urbana circundante. Sobre la construcción ya existente, que forma parte del paisaje urbanístico de esta plaza cartagenera, se ha ejecutado un volumen de nueva planta -con una presencia muy diferente y contemporánea, al tiempo que respetuosa con el entorno-, que establece un diálogo entre el legado histórico y la realidad actual, según señala el estudio.

El tratamiento superficial de la fachada histórica se abordó desde la restauración de los materiales originales, la familia de texturas y de color del paisaje urbano de la ciudad. De esta forma, los materiales ambientales (piedra tabaire, ladrillo melva, estucos, zinc) potencian la lectura prioritaria de la fachada catalogada.

El nuevo volumen "aprende de las condiciones intrínsecas del edificio existente, adoptando para sí, como suyas, las mismas alturas de planta, la proporción de los huecos de fachada, la relación de llenos y vacíos y la pregnancia de los ejes estructurales". De esta forma, añaden en Martín Lajarraga, la pieza superior se adapta a estos condicionantes "desde una configuración sinuosa que contrasta con el rigor geométrico de la edificación histórica, que desde su posición se asoma al Arsenal Naval de la ciudad".

Fotos: David Frutos para Martín Lejarraga

El contraste entre los dos niveles del edificio es una de las principales características del proyecto, que se enfatiza aún más por los elementos modulares cerámicos azules que componen la fachada, generando una imagen continua y reconocible. Los retranqueos con respecto la fachada histórica se han destinado a terrazas y piscinas que complementan los apartamentos en el exterior.

El estudio informa, igualmente, de que en el interior, la distribución de las viviendas se adaptan a la configuración de huecos original, produciendo tipos diversos, dependiendo de la capacidad y cualidades de cada una de ellas. "Los pasillos y zonas comunes interiores se generan desde el contraste con el edificio existente; las líneas curvas junto con un acabado cerámico azul que lo inunda todo, dotan a estos espacios de una sensación de homogeneidad y fluidez al igual que sucede en el exterior".

El resultado es que el Tívoli ha resurgido como un edificio en el que dialogan armoniosamente, a pesar del fuerte contraste, dos lenguajes arquitectónicos: el original, manteniendo el valor intrínseco de un edificio catalogado, y el contemporáneo, que le dota de una personalidad nueva y optimizada. Y si todo esto, arquitectónicamente hablando, no es rozar el cielo....

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