CARTAGENA. El grupo sevillano Abengoa -compuesto por la matriz Abengoa SA, sus cerca de 300 filiales y la principal compañía como es Abengoa Abenewco 1- está cada vez más cerca del concurso de acreedores. O lo que es lo mismo: una de las mayores suspensiones de pagos empresariales en España, por un montante de unos 6.000 millones de euros en números redondos.
El pasado 30 de junio Abengoa (ABG) presentaba preconcurso de acreedores para 27 de sus casi 300 filiales ante un juzgado mercantil de Sevilla. Y entre ellas está Abengoa Abenewco 1, la firma donde la matriz, que está en concurso desde febrero de 2021, trasvasó sus activos más preciados. Lo hacía después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) denegara el rescate de 249 millones de euros al no estar demostrada su viabilidad. De este modo saltaba por los aires el acuerdo con el fondo americano Terramar, que iba a inyectar 200 millones de euros en la sevillana a cambio del 70% del capital, pero eso sí condicionado a la llegada de la ayuda pública.
La crisis de Abengoa salpica directamente a algunos de los contratos que la sevillana tiene suscritos con el ministerio de Defensa, y uno especialmente con la construcción de los submarinos de la serie S-80.
No han sido pocos los que han especulado si esta crisis afectará al proceso de la serie y si Abengoa dejará 'tirado' al ministerio y sin capacidad de respuesta. Recordemos que en febrero de 2020 Defensa la seleccionaba para implantar el Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, en sus siglas en inglés) de los submarinos de la serie S-80.
Según informó el Ministerio de Defensa a Servimedia en información recogida meses atrás por el portal especializado diariosigloxxi, el concurso de acreedores en el que se encuentra Abengoa no afecta al contrato para el desarrollo del reformador de bioetanol del sistema AIP, ya que, señala, "no está firmado con la empresa matriz Abengoa, sino con la filial Abengoa Innovación (AI)".
Especifican en la información que en dicho contrato se incluyó una cláusula que permite a Navantia, retener la propiedad industrial del Sistema AIP y poder continuar su desarrollo con otro suministrador en caso de que fuera necesario.
El sistema de propulsión independiente del aire permitirá recargar las baterías durante la inmersión, por lo que el S-80 Plus podrá operar hasta tres semanas sin salir a la superficie.
El Sistema AIP minimizará esta indiscreción al recargar las baterías del submarino en inmersión con una pila de combustible, que emplea hidrógeno producido mediante procesado de bioetanol y oxígeno para generar energía eléctrica, permitiendo navegar al submarino semanas sin salir a superficie.
Disponer de esta tecnología adaptada a las necesidades de una plataforma submarina en los plazos establecidos ha supuesto un reto para el Programa S-80. El primer submarino que dispondrá de este sistema operativo será el S-83, Cosme García, donde se embarcará en julio de 2021. Los submarinos S-81 y S-82, actualmente en construcción, serán reacondicionados en su primera gran inmovilización para dotarlos de este sistema.
Según lo establecido en el programa del S-80, el objetivo es la construcción de cuatro submarinos diésel-eléctricos con sistema de propulsión AIP (Air Independent Propulsion) y capacidad de lanzamiento de misiles de ataque a tierra, así como dos simuladores (uno de plataforma y otro táctico). El contratista principal es Navantia, y como subcontratistas figuran empresas españolas como Indra, Saes, Sainsel, Gamesa, Inmapa, Tecnobit y Abengoa.