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el investigador pérez ruzafa teme que la población de estos animales se reduzca en 2024

Auguran un verano sin medusas en el Mar Menor... y eso tampoco es bueno

15/05/2024 - 

MURCIA. ¿Será un verano con menos medusas en las aguas del Mar Menor? La incertidumbre es máxima entre los expertos que analizan el ecosistema de la laguna. De momento, han detectado muy poca presencia y reina el pesimismo. El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, Ángel Pérez Ruzafa, teme que la población de estos animales marinos se reduzca en los próximos meses estivales con respecto a otros veranos, lo que podría acarrear efectos negativos para el ecosistema del Mar Menor. Así lo reconocía este martes el investigador durante la presentación del informe Seguimiento y análisis predictivo de la evolución del estado ecológico del ecosistema lagunar del Mar Menor y prevención de impactos.

Este documento de más de 250 páginas, terminado en febrero y elaborado por investigadores de la UMU por encargo de la Comunidad Autónoma, estudia varios parámetros, entre ellos las perspectivas para las poblaciones de celentéreos para este 2024. A falta de datos concluyentes, las primeras estimaciones no son precisamente halagüeñas. Las medusas desempeñan un papel relevante en el Mar Menor, ya que influyen en la regulación de la red trófica y ayudan a que la clorofila se mantenga baja y también permiten que la transparencia del agua sea alta a pesar de las entradas de nutrientes, como así explicó Pérez Ruzafa, quien advertía: "No tener las medusas es un factor de riesgo".

Hay que recordar que el pasado 2023 registró un aumento de las medusas, que alcanzaron concentraciones comparables a los momentos de máxima proliferación (que tuvieron lugar en los años 2011-2012), lo que contribuyó "muy probablemente" al mantenimiento de la calidad de las aguas del Mar Menor a pesar de las altas temperaturas y la concentración de nutrientes. El 2024, sin embargo, se presenta con "grandes incertidumbres y probablemente sea distinto". 

En la presentación, el catedrático sopesaba que esta exigua presencia de medusas tenga que ver que con las "anomalías térmicas" de este año, que ha tenido un invierno especialmente caluroso. "Habrá que estar pendientes para tomar decisiones", avisaba. El estudio, tal y como pudo consultar Murcia Plaza, analiza las poblaciones de cuatro especies: Aurelia solida, la Rhizostoma pulmo, Cotylorhiza tuberculata (conocida como la medusa del huevo frito) y la Phyllorhiza punctata.

Evolución de las cuatro especies

Ruzafa reseña que la población de Aurelia solida, que es la típica del Mar Menor, "está siendo mínima", ya que hasta el momento se han detectado menos de cinco ejemplares en fase medusa y con ausencia de éfiras (la población joven). "El hecho de que la temperatura este invierno ha sido más alta de lo habitual ( con una media de 11.5 °C) y la caída térmica de octubre a diciembre menos pronunciada posiblemente haya influido negativamente en la población", exponía.

La especie Rhizostoma pulmo también ha disminuido en los últimos meses y es probable que tampoco sea abundante este 2024 pese a que pueden "aparecer todo el año y la temperatura está llegando a la adecuada para que lleguen a la fase medusa", como así apuntaba el catedrático.

Igualmente los investigadores no han encontrado muestras de Cotylorhiza tuberculata, aunque en este caso sí esperan un año favorable. No obstante, de momento no se han encontrado éfiras pero podrían empezar a aparecer en las próximas semanas", vaticinan, teniendo en cuenta que la temperatura que da viabilidad a los pólipos de Cotylorhiza tuberculata se ve comprometida es de 10 °C o inferior y que estos, por la presencia de zooxantelas, requieren de recibir radiación".

Por último, la Phyllorhiza punctata, que es estival, por lo que todavía es pronto, pues sus éfiras no aparecen antes de junio. En 2023 esta especie fue desplazada por Cotylorhiza tuberculata "antes de que los ejemplares alcanzasen tallas reproductoras", por lo que "esta temporada la fase medusa dependerá fundamentalmente de la población de pólipos remanentes". Eso sí, resaltan que aunque las condiciones de temperatura han sido apropiadas para el desarrollo de los pólipos, "la escasez de individuos reproductores en 2023 podría condicionar su abundancia en 2024.

"Las redes antimedusas, sólo para situaciones extremas"

Debido a la importancia de las medusas, Pérez Ruzafa, si bien admite que estos animales son incómodos para el año, aboga por no incluir redes antimedusas salvo en situaciones extremas o localidades "muy concretas" ante demandas "muy fuertes", porque entiende que "causan más problemas que los resuelven, más allá de la sensación de estar protegidos contra ellas". El experto de la UMU esgrime que juegan un papel importante en la regulación de la red trófica y están ayudando a mucho tiempo a que se mantenga baja la clorofila y se mantenga alta la transparencia a pesar de las entradas de nutrientes. "No tener las medusas es un factor de riesgo", remarcaba. En los municipios del Mar Menor de la Región, las redes antimedusas se han instalado desde el año 1998 hasta el 2022, cuando se retiraron siguiendo los consejos de los expertos que asesoran a la Comunidad Autónoma.

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