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'El año del descubrimiento', cuando el cine con acento cartagenero cautivó a España y al mundo

7/03/2021 - 

CARTAGENA. En el momento en el que el cartagenero José Ibarra supo que 'El año del descubrimiento' había ganado el premio Goya al Mejor Documental estaba en su casa, ataviado para la ocasión con camisa blanca y pajarita roja. Desde allí seguía la gala más importante del cine español a la espera de que el largometraje para el que había ejercido como asesor histórico y actor consiguiera su premio número 25, tras cosechar éxitos en decenas de festivales repartidos por todo el mundo.

Y así fue: después de conseguir la estatuilla al Mejor Montaje en una gala atípica, marcada por la ausencia de público debido a la crisis del coronavirus, 'El año del descubrimiento' se alzó con el premio más importante al que aspiraba, el de mejor documental español, y con ello continuó la línea triunfal marcada desde su estreno en Róterdam (Holanda) en enero de 2020. "Estoy muy feliz", escribió al poco Ibarra en sus redes sociales, con una foto junto a su peculiar 'cabezón', un Goya hecho de cartulina con el que escenificó la emoción del momento.

Los elogios de la crítica han acompañado a este documental desde el principio. Tras 'pasearse' por 40 festivales de cine de Asia, Europa, América del Norte y del Sur y ganar premios en Francia, Grecia, Corea del Sur, México, Colombia, Brasil, Perú, Argentina y España --en los festivales de Sevilla y Barcelona, premios Forqué y Feroz--, 'El año del descubrimiento', obra del murciano Luis López Carrasco, vivió este sábado su gran noche dorada.

El documental, de 200 minutos de duración, con guión de López Carrasco y Raúl Liarte y producida por Luis Ferrón, entre otros, no solo narra la reconversión industrial de Cartagena en 1992, cuando ardió el Parlamento regional en unos disturbios entre obreros y policía; también es "un retrato coral de la clase obrera local y nacional desde la Guerra Civil hasta el presente, en un ejercicio de cine magistral y de primer nivel", ha señalado Ibarra en declaraciones a Europa Press.

El comienzo

Según explica Ibarra, todo comenzó hace cinco años, cuando en mayo de 2016 recibió de forma inesperada una llamada de Gabriel Liarte, uno de sus compañeros en Navantia y padre de Raúl: "Oye, tú que estás en CCOO, ¿no tendrás por casualidad información de cuando ardió la Asamblea? Es que tengo a mi hijo en Madrid y unos amigos suyos quieren hacer una película sobre aquello".

El cartagenero recordaba muy bien aquel acontecimiento ocurrido el 3 de febrero de 1992, una fecha histórica en la que la vida en la ciudad portuaria contrastaba amargamente con la realidad en el resto de España, que vivía entonces los éxitos de la Expo 92 y las Olimpiadas: "Fue el día más duro y quedó en la memoria de todos nosotros. En Cartagena recordamos ese día como todos los españoles recuerdan el 23-F o los americanos más viejos la mañana en la que asesinaron a Kennedy", señala Ibarra, quien describe aquella jornada como "una batalla campal inolvidable" por las manifestaciones de los trabajadores de Bazán (ahora Navantia). "Fue bestial. Nuestro 3-F: el día que ardió la Asamblea, el día que tantas cosas ardieron y acabaron en Cartagena".

Ante la petición de Liarte, Ibarra no lo dudó. Claro que tenía documentación, y no solo por ser sindicalista y trabajador de la empresa, sino porque, además, en aquellos momentos estaba ultimando su libro 'Cartagena en llamas: la crisis industrial de 1992', surgido de su trabajo fin de carrera, y preparando el 25 aniversario de los acontecimientos. "Le dije: Gabriel, no tengo algo, lo tengo todo". En concreto, 1.200 archivos entre fotos de las movilizaciones, documentos sindicales, periódicos y vídeos. Y continuó: "Dile a tu hijo que quede conmigo y hablamos".

Así fue cómo Ibarra conoció al guionista de 'El año del descubrimiento': "Vino a casa y le enseñé el archivo (...). Los ojos le saltaban de las órbitas. Todo el caudal de información que yo había atesorado para aquel libro (...) era exactamente el material que él necesitaba para escribir el guión de la película que Luis López Carrasco tenía en mente". El filme comenzaba así a dar sus primeros pasos.

Dos semanas después conoció al López Carrasco y congeniaron. "En el verano de 2016 compartimos para mi libro, que estaba a punto de culminar, y su película, que estaba naciendo, la grabación de las entrevistas a los protagonistas de las protestas del 92, los sindicalistas históricos de la Bazán, Peñarroya y Fertilizantes que protagonizan todo aquello 25 años atrás, y a los que les puse en contacto desde Comisiones Obreras". Mientras la historia crecía, Ibarra publicó su libro en diciembre de 2016, con diseño y maquetación de Raúl Liarte.

La grabación continuaba. El equipo de la película quería escuchar, además de a voces sindicales, a otros colectivos: mujeres, jóvenes, activistas, parados, insumisos, extremistas, policías, políticos. Poco a poco, muy minuciosamente, "nos fueron sonsacando información de nuestras vidas", dice Ibarra. Como a él, otras 44 personas participaron de esta forma dando su visión del mundo y del pasado, todo "de una manera sigilosa, elegante e inteligente".

"De repente me vi convertido en actor de mí mismo y cuatro años después nuestras historias, caretos y voces han sido filmados para el cine y se habrán visto en 30 o 40 países por lo menos, lo cual me sigue dejando estupefacto, porque conté demasiadas cosas, la verdad", asegura Ibarra. En total, nueve días de rodaje (65 horas) en un bar castizo del Lago de Cartagena, en 2018, que dieron lugar a una historia de 200 minutos para la que se necesitaron nueve meses de montaje.

La película fue producida por un suizo, un catalán y madrileños, y contó con una "pequeña subvención" del Ayuntamiento de Cartagena y otro "pellizquito" del Ministerio de Cultura. Para Ibarra, el hecho de no contar con presupuesto de la Comunidad fue un error: "La Consejería de Cultura tuvo delante de sus ojos el boceto de una obra maestra y no tuvo el gusto de apoyarla", critica.

En cuanto a los actores, "la película es tan buena que la verdad es que tendríamos que haber pagado para salir en ella. Así de claro, somos unos privilegiados", apunta Ibarra, tras dar las gracias al equipo por "ensanchar" la historia de la Cartagena de 1992, muy alejada de la del resto del país, y por haberla dado a conocer "al mundo entero". "Habéis hecho algo muy, muy grande, y os estaremos eternamente agradecidos".

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